El Festival de Música Española de León rescata el Concierto para violoncelo de Conrado del Campo

Corren finalmente buenos tiempos para la música de Conrado del Campo (1878-1953). El “Proyecto Conrado” de la Fundación Juan March, que prevé la edición, interpretación y grabación de la integral de cuartetos de cuerda del compositor madrileño, ha alcanzado el ecuador (esta temporada están programados los Cuartetos nº 8 y 9).
Pero las buenas noticias vienen también del Festival de Música Española de León, donde con motivo del 70º aniversario del fallecimiento de Conrado del Campo se ha programado para el próximo 17 de septiembre su Concierto para violonchelo. Dicha obra fue galardonada con el Premio Nacional de Música en el año 1944 y se estrenó el 8 de noviembre de 1946 en el Palacio de la Música de Madrid, con el gran violonchelista Santos Gandía, la Orquesta Nacional de España y Bartolomé Pérez Casas a la dirección.
Este gran concierto, de gran complejidad y virtuosismo, jamás se ha vuelto a interpretar hasta ahora. Su recuperación ha sido posible gracias a la iniciativa del Festival leonés y de su director Miguel Fernández Llamazares, así como del violonchelista Aldo Mata [en la foto] (uno de los editores de los Cuartetos de Conrado del Campo para la Fundación Juan March y reputado investigador e intérprete de la música española para violonchelo). Gracias al ingente trabajo y la edición impoluta de Bertrand Piétu, a partir de los manuscritos que se conservan en el Centro de Documentación y Archivo de SGAE, esta extraordinaria partitura llega el próximo domingo a los atriles de la Orquesta Oviedo Filarmonía, bajo la dirección de su titular Lucas Macías. El concierto tendrá lugar en el Auditorio Ciudad de León a las 20:00 horas e incluirá también piezas de María Rodrigo (Preludio e Intermedio de “Diana cazadora”) y Julio Gómez (Suite en La).
Con la recuperación en tiempos modernos del Concierto para violoncelo de Conrado del Campo, el Festival de Música Española de León rescata una partitura de la que Martín Pompey dijo tras su estreno: “impregnada en fino sabor popular, está llena de lirismo y de momentos donde la emoción del compositor quedó plasmada, bien por un giro melódico o bien por una belleza armónica o rítmica. Son de gran interés musical las diferentes disposiciones orquestales, los desarrollos y los temas principales. Toda la obra está llena de una gran personalidad, que acusa en todo momento una sensibilidad y un temperamento de artista extraordinario”.