El Festival de Música Antigua Andrés de Vandelvira recupera una misa de Manuel García

La XVII edición del Festival de Música Antigua Andrés de Vandelvira es una extensión del Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, que recorre en las semanas previas las localidades de la provincia de Jaén, donde se localizan monumentos construidos o diseñados por el genial arquitecto renacentista Andrés de Vandelvira. En esta ocasión se desarrollará desde el 9 de octubre (Los Villares) al 5 de diciembre (Lopera), y serán en total veintiséis conciertos en otras tantas poblaciones giennenses.
Entre los grupos participantes cabe destacar al conjunto vocal Egeria, que llevará a Siles y Génave su reciente y aplaudido programa Iacobus Yspanias. A destacar también la participación del Ensemble la Danserye (Huesa e Hinojares) que, con la soprano Verónica Plata, rendirá homenaje a Josquin des Prez. Intervendrán también diversos grupos de la provincia, como la Capilla Musical del Salvador de Úbeda, la Coral Polifónica de Baeza o la Escolanía de la Catedral de Jaén.
En el apartado de recuperación patrimonial, tan importante en este festival, sobresale el rescate de la Misa 2ª de Manuel García, que será interpretada los días 6 y 7 de noviembre en Begíjar y Campillo de Arenas, respectivamente, por el coro granadino Numen Ensemble. Dirigidos por Jerónimo Marín y con Héctor Eliel al piano, se escuchará a los solistas Rebeca Cardiel (soprano), Juan M. Morales (alto), Francisco Díaz (tenor) y Víctor Cruz (bajo).
Bien conocido por sus composiciones operísticas y sus canciones, el sevillano Manuel García no creía, en palabras de su hija Manuel García “ni en Dios ni en el Diablo”, por lo que su producción religiosa es escasa y se reduce a un Salve Regina compuesto en México en 1828 y cuatro misas para solistas, coro y piano. Estas fueron compuestas en Londres para los oficios dominicales de la capilla de la embajada de Baviera que, junto a otras cancillerías como la española o la portuguesa, mantenía una importante actividad de música litúrgica que atraía a los aficionados londinenses.
García pasó largas temporadas en Londres entre 1818 y 1825 contratado por el King’s Theater y de buen seguro que, a pesar de su falta de espíritu religioso (de hecho, pertenecía a la masonería), quiso darse a conocer ante los aficionados de la capital británica no solo como cantante, sino compositor de música religiosa. Las misas, como era de esperar de un músico dedicado a la ópera, presentan numerosos pasajes solistas y de conjunto para los solistas, con altas exigencias técnicas y en un lenguaje plenamente belcantista que se combina con secciones corales a menudo homofónicas.
Las misas, conservadas en la Biblioteca Nacional de Francia y con una copia en la Biblioteca Pública de Boston, han sido rescatadas y editadas por el gran especialista en la obra de Manuel García James Radomski.