El Cuarteto Latinoamericano culmina su ciclo de cuartetos de Chapí

RUPERTO CHAPÍ:
Cuartetos nº 3 y 4 / Cuarteto Latinoamericano / DORIAN (1 CD)

A principios de 2015 se publicaba el primer volumen de los cuatro cuartetos de Ruperto Chapí que el año anterior grabara en los estudios Sono Luminis, en Boyce, Virginia, el Cuarteto Latinoamericano. Aquel reunía el Primero y el Segundo y ahora, siete años después, lo hace este que cierra el díptico con Tercero y Cuarto. Ignoro las razones para un retraso que no deja de ser curioso porque la primera entrega era excelente y, además, hacía pensar en que tendríamos una muy buena alternativa a la integral del Brodsky. También porque que hubiera dos versiones por dos muy buenos conjuntos era un modo de poner en valor un conjunto que engrandece la música española y que bien merece estar en atriles con mucha mayor frecuencia.

El Cuarteto nº 3 es de 1905 y el Cuarto de 1907. Chapí moriría dos años después, por lo que pertenecen a su última época creadora que culminaría en 1909 con Margarita la tornera, la última de sus obras. Ambos son enormemente ambiciosos —en sus excelentes notas al programa, Saúl Bitrán, uno de los violinistas del Latinoamericano, dice que están escritos “con una paciencia absoluta e inmutable”—, revelan un conocimiento evidente de la tradición camerística y no rehúyen el toque popular, muy quintaesenciado, ni una cierta ironía respecto de la música de salón. Se trata, diríamos, de un paso quizá tan necesario como tardío en la música española, de una suerte de reencuentro con una parte del repertorio que había quedado rezagado en relación con la otra opción, la escénica, que fue, a la postre, la favorita del público y a la que era muy difícil imponerse. En eso se empeñarían luego sucesiva y hasta simultáneamente Conrado del Campo —dieciséis cuartetos— y Jesús Guridi —sólo dos—, que, a pesar de sus logros, comparten en eso purgatorio con Chapí. De ahí saca, me temo que sólo de momento, al músico de Villena el Cuarteto Latinoamericano —años ya de servicio— con este magnífico disco.

Luis Suñén