Dulces Exuviae, delicias nocturnas
TOUTES LES NUITS
Obras de Verdelot, Tromboncino, Guerrero, Pisador, Palestrina, Lasso, Crecquillon, Paladin, et al. Romain Bockler, barítono. Bor Zuljan, laud. Dulces Exuviae. RICERCAR 446 (1 CD)
Dulces Exuviae, es decir, Romain Bockler, barítono, y Bor Zuljan, laúd, nos ofrece un programa lleno de sentido y bellamente construido, delicado y poético, sobre intabulaciones, madrigales, frottole, chansons, villancicos y piezas instrumentales renacentistas que abordan temáticas relacionadas con la noche, organizadas en bloques: desde la inquietud ante la oscuridad nocturna, a la soledad, la luz de la luna o la hora del crepúsculo. Todos los textos y la música emanan imágenes poéticas y emociones humanas, y están cuidadosamente entretejidos en el disco.
El recorrido nos lleva desde las intabulaciones de Willaert sobre madrigales de Verdelot, las primeras del género, o de Franciscus Bossinensis sobre Tromboncino, al protagonismo español con Guerrero, Pisador, Vázquez o anónimos del Cancionero de Uppsala; pero también nos transporta a través de las chansons de Des Prez, Manchicourt, Crecquillon, Lasso o Janequin, junto a madrigales de Palestrina y frottole anónimas, con trascripciones para voz y laúd de una belleza serena y gran expresividad hacia el texto, que reproducen una práctica renacentista que duró décadas. En ocasiones se intercalan piezas para laúd del compositor de origen italiano Jean-Paul Paladin, de bella factura. Entre tanta coherencia, los intérpretes se permiten una pequeña veleidad en la última pieza.
Las manos de Bor Zuljan al laúd tejen un contrapunto delicado, que interpreta con elegancia y expresividad, tanto en el desgranar del entramado polifónico como en la resonancia de las cuerdas, para acompañar magistralmente al elegante canto del barítono Romain Bockler, quien tiene una voz de bello timbre y color, y que sostiene con belleza la afinación en el entramado polifónico, proyectándola para expresar los acentos y la poesía del texto. El resultado es un disco precioso, una delicia.
Manuel de Lara Ruiz