CÓRDOBA / Flamenco imaginado
Córdoba. Conservatorio Rafael Orozco. 29-III-2019. Trío Arbós. Rafael de Utrera, cantaor. Obras de Thierry Pécou, Elena Mendoza, Jesús Torres, Mauricio Sotelo, Moraíto Chico y adaptaciones de formas del flamenco tradicional.
José Antonio Cantón
Volvía el Trío Arbós al Festival de Música Contemporánea de Córdoba con un programa en el que se alternaban piezas inspiradas en el flamenco y adaptaciones de algunas formas de sus palos para trío clásico de violín, violonchelo y piano. Uno de los alicientes era escuchar las obras con las que autores contemporáneos se han aproximado a la estética de este género musical español que se manifiesta a través del cante, el toque y el baile que lo hacen tan singularmente expresivo. La otra novedad era contar con la participación de un cantaor como Rafael de Utrera [en la foto], muy reconocido en su ámbito artístico como pudo demostrar en esta ctuación.
Se abría el concierto con una Soleá apolá transcrita para trío por Juan Carlos Garvayo, alma mater y pianista de este grupo. Con un sonido pleno y contundente del piano, se pudieron percibir los aspectos rítmicos de este fundamental palo flamenco adornado por esa medida menos restringida del polo, hecho que dulcifica su discurso. Le siguió la obra La tierra con los dientes del compositor francés Thierry Pécou, caracterizada por sones encontrados a modo contrapuntístico que le imprimen una mantenida tensión. Ésta, que está inspirada en el poema elegíaco de Miguel Hernández dedicado a su amigo Ramón Sijé, dejó una profunda sensación en el oyente.
Después de una primera intervención del cantaor Rafael de Utrera con un fandango, con el que hizo gala de una clara entonación vocal, levantando los primeros olés y algunas exclamaciones de ánimo en el público del flamenco, siguió la composición De dentro afuera de la sevillana Elena Mendoza que, desde la abstracción fue apuntando sones jondos de marcada identificación en su final, como si brotaran de manera espontánea. Del aragonés Jesús Torres se interpretó Malagueña ausente seguida de Tientos-tangos en los que el de Utrera mostró su oscilante voz en búsqueda de cargar de sentimiento su expresión.
Después de la Canción de amor de Paco de Lucía, objeto de una adaptación del pianista Juan Carlos Garvayo en la que el Trío Arbós manifestó un sensible lirismo, acentuado por la llamativa agregación final de los tres instrumentos después de un claro protagonismo del piano, le siguió una de las obras más esperadas del programa; Bulería Arbós. Ritual en la que su autor, el compositor madrileño Mauricio Sotelo, se sumerge en la estética flamenca tomando como referencia musical el sonido de la viola, que por única vez en la velada cambió Cecilia Bercovich por su violín, acompañado por la percusión de los cajones rítmicos que utilizaron los otros dos miembros del trío, antes de la intervención final del Rafael de Utrera que impulsó con sentimiento jondo la conclusión de la obra, lo que levantó una verdadera ovación en el público que se citó en este concierto para escuchar a tan admirable cantaor.
Este, acompañando con perfecta espontaneidad rítmica desde el cajón, brilló en la toná Buleriando del guitarrista jerezano Moraíto Chico, cerrando con júbilo un programa interesante en el que Trío Arbós ha querido hacer una reflexión musical y sonora sobre la esencia del flamenco, intención que tuvo una última confirmación en el bis ofrecido ante el continuado aplauso del público, con el que Rafael de Utrera quiso homenajear a Federico García Lorca, cantando su poema Gacela de amor imprevisto perteneciente a su colección poética Diván del Tamarit dedicada a los poetas arábigo-andaluces. Sin duda fue el momento cumbre del concierto por la sensualidad flamenca con la que este cantaor ha tratado los versos proyectando la imaginativa musicalidad de su cante al trío que llegó a una identificación complaciente con su gusto expresivo.
El Festival ha apostado en esta ocasión por un modelo de concierto en el que la transversalidad cultural ha sido la protagonista, entendida como esa nueva forma de exponer la confluencia de distintos géneros y estilos musicales, intención que funciona si es ofrecida con la imaginación y dignidad artística como la demostrada por el Trío Arbós.