CORDOBA / Debut de Ros-Marbá con OC
Córdoba. Gran Teatro. 12-XII-2019. Orquesta de Córdoba. Director: Antoni Ros-Marbá. Obras de Mompou, Ros-Marbá y Schumann.
Bajo el título “Homenajes”, el cuarto concierto de abono de la presente temporada de la Orquesta de Córdoba (OC) ha tenido la singularidad de ser la primera vez que el maestro catalán dirigía a esta formación. Esta circunstancia daba un carácter especial al evento, dada la importancia de este director, que puede estar rondando el decanato de esta profesión en España además de ser, al máximo nivel de experiencia, conocedor de la vida musical de nuestro país de los últimos sesenta años. Lo ha hecho con un programa que ha permitido que el oyente aprecie su calidad de compositor en una obra propia, Tres Homenatges a Toldrá, Mompou i Montsalvatge, que compuso para su octogésimo aniversario el año 2016 y una versión orquestal de la obra para guitarra de Federico Mompou Compostela, compuesta en 1962 para Andrés Segovia. Se acompañaron con la Primera sinfonía, Op.38 “Primavera” de Robert Schumann que ocupó la segunda parte del concierto.
Ros-Marbá ha sabido sacar el mejor partido de la OC llevándola a ese escenario de íntima sonoridad que tiene la evocativa obra de Mompou en los cuatro movimientos que se suceden después del inicio de la obra, para alcanzar una mayor expresividad en el quinto, Muñeira, a la que dio un punto rítmico que contrastaba con la serenidad que se había sustanciado hasta el momento. La orquesta atendió con detalle sus indicaciones muy matizadas como reflejo de la hábil técnica de transcripción empleada.
Esta cualidad se manifestó reforzada en los homenajes que compuso y en esta velada dirigía dedicados a tres de sus más queridos músicos catalanes que conoció y trató desde la amistad e interpretó en multitud de ocasiones. Siguiendo su propia voz, Antoni Ros-Marbá refleja en cada uno de ellos aspectos de su personalidad creativa. Así se pudo percibir el colorido del que es capaz la OC en el dedicado a Montsalvatge, singularizado en su sección de instrumentos de madera, glosó una serie de pequeños motivos de Toldrá en la referida a éste y volvía a manifestar con gran acierto el misticismo musical de Mompou en De la quietud al silencio … , subtítulo del homenaje que le dedica. La orquesta, consciente de la trascendencia de estar recibiendo las indicaciones del autor interpretando su propia obra, funcionó con resolutiva eficacia musical dejando un grado de distinción técnica en el Rondó caleidoscopic, título que con gran intuición descriptiva Ros-Marbá ha denominado el homenaje a Montsalvatge que cierra la obra.
Una lectura sin mayores trascendencias fue la dada a la Sinfonía “Primavera” de Schumann. Con todo hay que destacar la recapitulación del primer movimiento ejecutada con mayor acierto que en su presentación lo que predispuso a que la OC afrontara la coda final con mejor resolución. Se mantuvo este grado de tensión expresiva en el Larghetto pese a algunos desajustes finales en la sección de metales. Con marcado ímpetu Ros-Marbá dirigió el intrincado Scherzo encajando sus encontradas líneas armónicas para presentar una distintiva lectura temática del complejo allegro final donde la orquesta superó las anteriores tensiones de la obra proyectando su discurso con mejor fluidez.
Antoni Ros-Marbá ha mostrado en este concierto el poso de su experiencia como director y su capacidad de creador, doble faceta que le han llevado a ser una las figuras más relevantes de la música española durante la segunda mitad de la pasada centuria y las casi dos décadas del presente siglo. Con tal relevancia era necesaria su invitación a dirigir la OC para beneficio de la orquesta, el disfrute de los aficionados y como obligada cita pendiente de tener constancia en el inmenso currículum del maestro.
José Antonio Cantón
(Foto: Paco Casado)