Claudio Abbado, su ‘oasis verde’ en Cerdeña se convertirá en un laboratorio ecologista

“Si mi padre no hubiese sido músico, con toda seguridad habría sido jardinero”, así ha dicho Alessandra Abbado, hija del gran director de orquesta, con motivo del acuerdo recién alcanzado con la asociación ambientalista italiana Legambiente.
Los herederos de Claudio Abbado, fallecido hace siete años, han concedido en préstamo gratuito plurianual a Legambiente los terrenos que el director poseía en el noroeste de Cerdeña, entre las playas de Bombarde y Lazzaretto. Se trata de una extensión de ocho hectáreas, de notable belleza y valor medioambiental, que Abbado adquirió en 1992 con el objetivo de salvarla de la especulación edilicia.
Gran amante de la naturaleza, Abbado emprendió primero una labor de limpieza del terreno, que había sido utilizado hasta aquel momento como vertedero ilegal. La basura acumulada, desde lavadoras hasta jeringuillas, llenó siete camiones. Después, hizo plantar nueve mil árboles de matorral mediterráneo y modificó la calificación del suelo para impedir que fuera urbanizable.
Ahora, el terreno se encentra incluido como zona protegida dentro del Parque Natural Regional de Porto Conte. El acuerdo alcanzado entre los herederos de Abbado y Legambiente permitirá realizar el sueño póstumo del director: que este entorno se convierta en un laboratorio de investigación naturalista (sobre todo botánica) y de programas de carácter ecológico al aire libre abiertos también a los institutos.