BTHVN en Grabaciones (IX): Beethoven prístino
Pocas tiendas de grabaciones históricas se han adaptado al tiempo presente como Pristine Classical. Esa conjunción de la eterna decadencia del CD, el ocaso de las descargas y la llamada “era del acceso”. En su página web encontraremos las mejores remasterizaciones de grabaciones beethovenianas de este 250º aniversario del compositor de Bonn, dentro de un inmenso catálogo de registros fonográficos pretéritos. Dedicamos la columna Grabaciones, en la revista impresa de octubre, a presentar y comentar su idiosincrasia y sus logros en este difícil año.
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El mundo de las grabaciones históricas cuenta, desde 2004, con un curioso santuario en Saint-Méard-de-Gurçon, un pequeño municipio rodeado de viñedos en la Dordoña francesa. Está ubicado en un piso alto donde conviven viejos soportes sonoros (cintas antiguas, discos de pizarra, arcaicos acetatos y vinilos) con modernos aparatos informáticos y de alta fidelidad. Aquí vuelven a la vida muchas viejas grabaciones con el mejor sonido imaginable. Oficia Andrew Rose, un antiguo ingeniero de sonido de BBC Radio y creador de Pristine Audio. Pero también un enamorado de la música grabada que lo dejó todo para dedicarse a su pasión en un entorno tranquilo y rural. Lleva quince años al frente de pristineclassical.com, una tienda virtual y un servicio de streaming con un inmenso catálogo de registros digitalizados de música clásica, jazz y blues, de 1899 a 1969.
Rose cuenta con un acreditado equipo de colaboradores, que incluye a Mark Obert-Thorn y Ward Marston. Con ellos ha restaurado muchos registros olvidados, aunque predominan las grabaciones icónicas con un sonido renovado. La razón hay que buscarla en XR, un sistema de remasterización que corrige las distorsiones tonales derivadas de las bocinas acústicas y los primitivos micrófonos. También en la resolución de las degradaciones sónicas del fenómeno conocido como wow y flutter. E incluso en la reverberación por convolución que utiliza para contrarrestar la seca acústica perenne en tantas grabaciones pretéritas. Pero, además de todo esto, Rose ha desarrollado su magia personal. Lo llama “estéreo ambiental” y es una técnica de audio digital que hace respirar a las grabaciones mono con una asombrosa y natural espacialidad.
Gracias a todas estas técnicas, Pristine ha lanzado hitos de la fonografía con un sonido insuperable. Es el caso, entre otras, de las suites bachianas de Pablo Casals, las sonatas beethovenianas de Artur Schnabel y Tosca con Maria Callas y Victor de Sabata. Pero este año del 250º aniversario de Beethoven ha intensificado sus lanzamientos dedicados a este compositor.
Empezó, en febrero, recuperando la primera y más expresiva de las dos versiones de la Eroica que grabó Jascha Horenstein en los cincuenta. Entre marzo y junio, lanzó varias sinfonías de directores que nunca completaron una integral. Caso de Leopold Stokowski con una Quinta apocalíptica de 1943, Thomas Beecham con una exquisita Pastoral de 1952 y Fritz Busch con una sensacional Novena danesa de 1950. Pero también restauró la última integral sinfónica de Arturo Toscanini, de 1951-52, que ha completado con la Novena filmada en 1948.
Rose también ha emprendido la reedición del legendario ciclo de las sonatas de Wilhelm Kempff (1951-56). Y además ha dedicado un lanzamiento a los tríos para cuerda grabados, a finales de los cincuenta, por Jascha Heifetz, William Primrose y Gregor Piatigorsky. Pero, en el apartado de música de cámara, destaca la nítida y corpórea remasterización, de Obert-Thorn, de la integral del Cuarteto Léner, la primera formación que culminó el ciclo beethoveniano en 1936. No obstante, la prueba de fuego ha sido la reedición de dos grabaciones radiofónicas de guerra de Wilhelm Furtwängler, ya restauradas el año pasado por el sello de la Filarmónica de Berlín. Rose supera con su magia el registro oficial y consigue que respiremos esa “encarnación viva de un mundo espiritual compartido” que, según Karla Höcker, eran sus conciertos de esos años.