BOGOTÁ / Vibrante versión de ‘Iberia’ de Albéniz por Luis Fernando Pérez
Bogotá. Teatro Estudio del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. 27-VI-2023. Luis Fernando Pérez, piano. Albéniz: Iberia (completa).
Pocas veces se puede disfrutar de la suite Iberia de Isaac Albéniz en la versión integra de los cuatro cuadernos en un solo concierto. Esta obra que evoca de una manera impresionista las estampas folclóricas de los ritmos andaluces, sin dejar de lado algunos toques de las tonadas madrileñas. Esta obra que es un conjunto complejo de piezas para piano, donde se entrelazan los contrastes sonoros con las cadencias propias de los aires españoles.
El pianista Luis Fernando Pérez asumió la tarea de interpretar los cuatro cuadernos de Iberia en un solo concierto. El reto es mayúsculo y el intérprete lo hizo de una manera magnífica. Se puede decir que obtuvo un sobresaliente, aún más, logró un cum laude en su ejecución en el teclado, pues supo amalgamar los diversos sonidos introducidos por Albéniz en Iberia como los toques impresionistas, los contrastes entre los pianissimi y los fortes, la claridad en la variedad rítmica de la partitura, sin dejar de lado ese toque pícaro de los músicos que actuaban en todos los cafés de finales del siglo XIX y principios del XX.
Antes de empezar el concierto, el intérprete estuvo muy amable con la audiencia bogotana y con gran precisión explicó cada uno de los movimientos de Iberia y los ritmos que componen cada una de las piezas. Este gesto tan cortés es de agradecer, pues la descripción del programa de mano poco y nada decía de la obra de Albéniz.
Una pequeña anotación: cuando el maestro Pérez terminó su exposición, comentó al público -palabras más palabras menos- que se debía retirar del escenario, pues no estaba acostumbrado a hablar frente al público y a continuación empezar a tocar el piano. De este modo, se retiró, y volvió al Teatro Estudio para iniciar el concierto.
En cuanto a lo musical, se puede decir que, durante el Primer cuaderno de Iberia, Luis Fernando Pérez fue atemperando el piano, pues como suele suceder, el instrumento está frío y al trascurrir el concierto, el sonido va tomando calidez. Por esta razón, Evocación sonó un tanto seca y con una resonancia durilla, pero aún así, el gran dominio técnico del maestro superó este problema y al final de la pieza se percibieron los toques de ensueño del compositor español.
Del Primer cuaderno destaca El Corpus Christi en Sevilla, fragmento que describe todo el contexto sacro de la procesión, con las marchas religiosas, el sentido místico, la devoción popular y el repique de las campanas. A lo largo de esta partitura, el pianista logró recrear cada uno de los ambientes de esta fiesta tan tradicional del catolicismo y, de esta manera, recreó en el piano los diversos mundos pictóricos con los contrastes sonoros con los agudos que recordaban los tintineos de las campanas de las iglesias.
Durante el Segundo cuaderno de Iberia, el maestro Pérez empezó a inspirarse más y se puede destacar Almería, donde mostró una expansión en la sonoridad del piano con destacados contrastes en la dinámica del ritmo. Todo ello acompañado con la efusión del desarrollo armónico que nunca fue monótono. En cuanto a Triana, la vivacidad estuvo presente con gran brillo y, se puede decir, jolgorio.
Quizás el Tercer cuaderno y el Cuarto cuaderno pueden considerarse los más redondos del concierto. Sinceramente, Luis Fernando Pérez estuvo genial y desarrolló esta parte concierto con gran desenfado y vitalidad, características que siempre se han apreciado de la música española. Del tercero se puede destacar El Polo, donde el tejido de la línea musical estuvo unido a una sonoridad vibrante con gran expansividad en la interpretación.
Finalmente, Eritaña del Cuarto cuaderno, pieza conclusiva de Iberia, despuntó por su alegre y festivo desarrollo armónico, donde el público percibió la alegría, el desparpajo de la partitura con una sobresaliente dosis de frescura. Fue tanta la efusividad del intérprete que el auditorio, cuando el pianista terminó esta pieza, no dudó un instante y se puso de pie por la admirable ejecución, no sólo de esta página, sino de toda la obra de Albéniz.
La versión de Luis Fernando Pérez de la Iberia de Albéniz realizó una deconstrucción de las interpretaciones típicamente impresionistas como elegantes y, de esta manera buscó nuevas sonoridades más acordes a las intenciones del autor, un personaje muy vivaz, pícaro y desenvuelto que plasmó en su partitura todos los sones y toques de su tierra española.
Ricardo Visbal Sierra