Beczala y el verismo
VINCERÒ!
Arias de óperas de Puccini, Cilea, Mascagni, Giordano y Leoncavallo. Piotr Beczala, tenor. Cor de la Generalitat Valenciana. Orquestra de la Generalitat Valenciana. Director: Marco Boemi. PENTATONE (1 CD)
Desde sus inicios como tenor lírico de escuela germana, muy centrado en el repertorio mozartiano, Piotr Beczala ha ido sumergiéndose progresivamente en las procelosas aguas del Romanticismo decimonónico, comenzando con el repertorio francés para seguir con el protorromanticismo italiano, Verdi y repertorio ruso, hasta llegar a Wagner y recalar ahora en el verismo. Como en el casode Jonas Kaufmann, es una tentación casi atávica a la que pocos tenores parecen resistirse, como no sea el juicioso Flórez. Es una evolución tan vocal como volitiva que algunos cantantes pueden permitirse, conscientes de sus riesgos.
El presente álbum se centra en el verismo, con especial énfasis en Puccini. Nos encontramos a un Beczala ‘renovado’, con un timbre de solares resonancias italianas, y un instrumento más cálido y anchuroso. El tenor se zambulle en estas páginas ardientes con entrega absoluta y con un notable dominio de la lengua italiana. Sabe ser efusivo, lánguido o heroico y pocas pegas se pueden poner a sus lecturas. El fraseo es móvil y elegante, a la vez que prosódico; la línea de canto, bien apoyada, fluida y tersa, con un vibrato muy sabiamente controlado. Los partidarios de las ortodoxias del Fachsystem podrán observar que Beczala no ha mutado en un lírico-dramático y que se conserva en las expectativas de un lírico ancho. Sabe utilizar con autoridad un ámbito grave robusto y contundente, y también elevarse con flexibilidad a las alturas, donde algunos sonidos se saldan con ligeras tensiones o algo sofocados. Flexible y competente se muestra la Orquestra de la Generalitat Valenciana, bajo la dirección de un algo irregular Marco Boemi.
El repertorio no aporta ninguna novedad y el futuro dirá lo que tenga que decir, pero como exhibición personal no es esta una desdeñable aventura de uno de los más eximios tenores de nuestros días.
Miguel Ángel Aguilar Rancel
