Barras de sonido
Es una buena forma de conseguir buen sonido de un televisor moderno, y puede ser una gran fuente musical. Probamos el nuevo modelo Arc de Sonos.
En su día hicimos un repaso a las barras de sonido, ese complemento que se ha convertido en casi imprescindible con la llegada de los televisores planos de tan delgada estructura. Si queremos un sonido algo más contundente y con cuerpo, rara vez es suficiente con el televisor sin más. El siguiente paso es instalar una barra, cuyo volumen permite que la acústica trabaje mejor, y de las que se extraen cada vez mejores prestaciones.
Como buena muestra, hemos probado la nueva barra ‘tope de gama’ de Sonos: la Arc, que cuesta unos 900 euros. Sonos lleva años dedicado al sonido doméstico con su sistema multihabitación y sus altavoces compactos conectables a la red, y la Arc es el mayor de la familia. Mide algo más de un metro de ancho, pero apenas 10 centímetros de profundo y 8 de alto, y existe en color blanco o negro. El acabado de la barra, incluso el embalaje, es de primera y recuerda mucho a los aparatos de Apple… Incluso su puesta en marcha, a través siempre de su aplicación para móvil (iOS o Android aunque con preferencia por lo primero) también recuerda a lo fácil que suele resultar todo para el usuario.
En su recinto lleva 11 altavoces nada menos, cada uno con su propio amplificador dedicado. Son tres tweeter (altavoces de agudos central y laterales) más ocho woofer (altavoces de graves): dos frontales, dos laterales, dos en los extremos y dos hacia el techo. Es decir, está diseñada para ‘esparcir’ el sonido hacia adelante, los laterales y el techo, consiguiendo un efecto muy bueno de escena sonora en tres dimensiones. Las conexiones son simples: red (también WiFi) y HDMI (con eARC) al televisor. A través de la red y con su aplicación, accederemos a un universo musical casi infinito: Spotify, Tidal, Qobuz… la mayoría de servicios, todas las radios, hasta AirPlay2.
Conectado al televisor, podrá poner una banda sonora de muy buen nivel a las películas y series, incluso con Dolby Atmos gracias a esos altavoces ‘verticales’ y el procesado interno. Sin un cajón de graves (existe en opción) impresiona cuánto impacto es capaz de proporcionar. Pero con música sorprende esta barra: por las dimensiones de la escena sonora, pero tanto o más por la claridad, correcto timbre y definición. Pensada para cine, como ‘instrumento musical’ es perfectamente recomendable. ¶
La Sonos Arc es una barra excelente, pero es de gama alta y si no tenemos otros altavoces Sonos en casa (se pueden usar en modo multiroom o ponerlos de ‘traseros’) puede tener menos sentido. Si gusta, pero parece grande (o cara), su hermana pequeña Sonos Beam (450 euros) es toda otra revelación. Alternativas tenemos desde precios más asequibles, como la Polk Audio Signa s3 que por 250 euros incluye un cajón de graves sin cables, conexión HDMI y mando dedicado, con un sonido inesperado para su precio. Un pasito por encima estaría la Yamaha yas-209 (350 euros), también con cajón de graves sin cables incluido. Y otro paso más arriba estaría otra barra con cajón: Samsung hw-q800t (550 euros) [foto superior], sorprendente bien ajustada con música, y que se potencia si usamos un televisor de la marca. Y es que recordemos el gigante coreano compró el grupo Harman Kardon (con marcas de aparatos musicales de altos vuelos) y se va notando la mano de sus ingenieros. ¶
(Nota: los precios son PVP recomendado en la fecha de la publicación, diciembre de 2020)
Josep Armengol
(Artículo publicado en el nº 368 de SCHERZO, de diciembre de 2020)
1 comentarios para “Barras de sonido”
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