BARCELONA / Metamorfosis musicales con Le Concert de l’Hostel Dieu y Stefan Plewniak
Barcelona. Petit Palau. 24-VII-2023. Stefan Plewniak, violín solista. Le Concert de l’Hostel Dieu. Reynier Guerrero, concertino. Franck-Emmanuel Comte, director. Obras de Vivaldi, J. S.Bach, Avison, Rasmussen, Reich, Jenkins.
Siempre fieles a una premisa innegociable, los conciertos de Le Concert de l’Hostel Dieu rehúyen los planteamientos convencionales y se decantan por unas propuestas artísticas estimulantes como medio para atraer a públicos diversos. Con la interpretación de la música barroca desde el rigor historicista como argumento principal, el director Franck-Emmanuel Comte se dedica tanto a hacer resurgir partituras inéditas –a modo de ejemplo, el oratorio Il Paradiso perduto de Luigi Da Mancia– como a ofrecer obras contemporáneas vinculadas a la estética del siglo XVIII.
En su paso por el Petit Palau dentro del festival Bachcelona, y ante un aforo reducido, la docena de integrantes de Le Concert de l’Hostel Dieu propusieron un programa integrado por conciertos y concerti grossi que han sufrido distintas metamorfosis compositivas: los Concerti grossi op. 6 nº 3 y 5 del británico Charles Avison (1709-1770), realizados a partir de distintas Sonatas para clavicémbalo Domenico Scarlatti, o El Verano, de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, adaptado por Karl Aage Rasmussen (1947) con notorias alteraciones sobre la acentuación rítmica y el fraseo original, que otorgan un particular sello de modernidad estilístico.
Versiones vertiginosas con el carismático Stefan Plewniak como violín solista, un vendaval sobre el escenario, cuyo derroche técnico espectacular y constante movilidad –sin llegar al extremo del impulsivo Ara Malikian– encontraban la complicidad del concertino Reynier Guerrero y el resto del ensemble. Toda una clara declaración de intenciones fueron el inicial Concierto para dos violines y violonchelo en sol menor RV 578 de Vivaldi, con incidencia en su riqueza cromática, en su explosiva realización de contrastes de dinámicas y efectos de eco, y el Concierto en Re menor BWV 1052R de Bach. La obra del compositor de Eisenach toma su inspiración melódica de una de sus cantatas y sirvió para configurar –como explicó el propio Comte– un concierto para clavicémbalo, que previamente había sido un concierto para violín ahora desaparecido; esta nueva “metamorfosis” ha devuelto la obra a su versión original para violín. Pudimos contemplar a Plewniak en estado puro, con técnica deslumbrante al servicio de un Bach que también ahondó en la atmósfera refinada y reflexiva propia de la tonalidad de re menor.
Le Concert de l’Hostel Dieu se entregó al torbellino arrollador de pirotecnias que desplegaba Plewniak con El Verano de las Cuatro Estaciones de Vivaldi, bajo la visión del compositor danés Karl Aage Rasmussen; una versión llevada al límite de tempo y efectismos dinámicos. Llegó un remanso de paz con una obra de corte minimalista como Electric counterpoint de Steve Reich (1936), que ha sido adaptada para Le Concert por Reynier Guerrero y Franck-Emmanuel Comte. Cerró el programa el “corelliano” Concerto grosso Palladio de Karl Jenkins (1944). La elegancia de su musicalidad y fraseo, su proporción en la estructura formal acorde con las líneas que propuso el arquitecto renacentista, no rehúyen en su último movimiento un juego de artificios técnicos aprovechados por un nuevo derroche de exuberancia en las manos de Stefan Plewniak. Punto final a un concierto que fuera de programa nos regaló Le désire de Graupner y retornó al eléctrico movimiento final del Verano vivaldiano, metamorfoseado por Rasmussen.
Lluís Trullén
(fotos: Frederic Hernández)