BARCELONA / La Navidad llega al Palau con McCreesh y los Gabrieli Consort & Players

Barcelona. Palau de la Música Catalana. 13-XII-2021. Gabrieli Consort & Players. Director: Paul McCreesh. Obras de Bach.
La gira que realiza por España Paul McCreesh y sus Gabrieli Consort & Players recaló en Barcelona con un programa dedicado al calendario litúrgico de Navidad e integrado por cantatas y música instrumental de Johann Sebastian Bach. Unas obras cuidadas hasta el más mínimo detalle en su elección, en que la intimidad de la Cantata BWV 151 Süsser Trost, mein Jesus Kömm escrita para el tercer día de Navidad, 27 de diciembre, iniciaba un recorrido que culminaba con la majestuosa Cantata BWV 63 escrita para el 25 de diciembre, primer día de Navidad. La extraordinaria Misa en Sol mayor (una de las cuatro misas brevis del legado del compositor de Eisenach), la Sinfonía BWV 169 y el Preludio para órgano BWV 701 sobre el coral navideño Von Himmel hoch, da komm ich her completaban el programa.
McCreesh y sus dos formaciones hicieron una declaración de intenciones desde que despuntaron las primeras notas de la delicadísima aria para soprano Süsser Trost, mein Jesus kömmt, con la flauta como instrumento obbligato y el oboe doblando las cuerdas; la voz de Rowan Pierce destilaba todo el espíritu de recogimiento e intimidad que debe emanar a lo largo de esta reflexiva cantata. Brilló, asimismo, la mezzosoprano Anna Harvey en el aria In Jesu Demut kann ich Trost, un canto comedido conducido por McCreesh bajo una linealidad que no indujera a recursos expresivos desmedidos y encontrando el empaque absoluto entre voz y orquesta. Un detalle: este cuidado de la sonoridad, del intimismo implícito en esta cantata, tuvo su reflejo en el último coral Heut schleusst er wieder auf die Tür, cantado únicamente por los cuatro solistas vocales, quedando reservado para la Misa en Sol y la Cantata BWV 63 la inclusión de cuatro voces.
La Sinfonía BWV 169, maravillosamente interpretada por el conjunto instrumental, dio paso a la Misa Brevis en Sol Mayor, integrada por dos partes del ordinario –Kyrie y Gloria- y en la que los cromatismos y sus texturas polifónicas se elevaron con solemnidad gracias a las ocho voces solistas. Estuvo impecable Morgan Pearse, un barítono con voz corpórea, proyectada con majestuosidad, perfectamente configurada a lo largo de su tesitura y cuyas interpretaciones para este repertorio bachiano nada tienen que envidiar a sus aplaudidas recreaciones mozartianas. Espléndido el tenor Hugo Hymas, cuyo color vocal es idóneo para el repertorio barroco, su gran especialidad (basta recordar sus habituales participaciones bajo las órdenes de Gardiner o Christie y por supuesto con McCreesh).
La Misa ya auguró la brillantez de la Cantata escrita para el día de Navidad, con el Gabrieli Consort & Players al completo incluidas las trompetas naturales, que, pese algún que otro desliz, irradiaron de luz aquel triunfal inicio del coro Christen, ätzet diesen Tag. McCreesh tendió a una lectura luminosa, majestuosa, con tempi tendentes a la rapidez. Esta alegría implícita en música y texto estuvo acorde con las sensacionales interpretaciones de los duetos entre soprano y barítono y entre tenor y mezzosoprano que recrearon una atmósfera de un sonido cálido pero del que emana el sentido majestuoso y solemne de esta bellísima Cantata BWV 63. Grandes aplausos de un numeroso público que no quiso perderse esta música de Bach –¡que sería una Navidad sin música del Kantor!– servida con el rigor historicista y perfeccionista de McCreesh.
Lluís Trullén
(Foto: A. Bofill – Palau de la Música)