Auriculares con cancelación de ruido
La tecnología de los auriculares con sistema de cancelación de ruido mejora cada día y son una perfecta elección para la dinámica de la música.
Escuchar música con auriculares tiene varias ventajas: para empezar, eliminamos los problemas de acústica de sala que a veces son una pesadilla para los equipos de altavoces, por culpa de resonancias o falta de libertad para poder colocar las cajas en posición óptima. Por otra parte, es una escucha íntima y personal, ya que nadie más oirá nuestra música. Esto es importante en horas cuando el resto de la familia empieza a descansar o está a otras cosas.
Pero hay otro factor importante: los auriculares también nos ayudan a aislarnos del entorno. Aquellos modelos intrauriculares (que se colocan en el canal auditivo) funcionan prácticamente como tapones, y los que nos cubren las orejas y no llevan rejillas abiertas también ofrecen bastante aislamiento por su cierre físico. Solamente con ese cierre ya evitamos también que la música llegue a nuestro entorno: más allá del uso en transporte público, si nos gusta acostarnos escuchando alguna obra mientras leemos hay una notable diferencia para ayudar a mantener la paz doméstica.
Además de ese aislamiento ‘pasivo’ (por los materiales usados) la tecnología ha traído algo más: el aislamiento ‘activo’. Son los sistemas de cancelación de ruidos, que se empezaron a usar en auriculares aeronáuticos (para pilotos), pero que han llegado desde hace un tiempo y con mucha fuerza al uso más popular. El principio técnico es sencillo: unos micrófonos dispuestos en el propio auricular detectan el ruido ambiente y la electrónica inyecta un sonido equivalente, pero con la fase inversa, sumándolo a la señal musical procedente de la fuente. Ese sonido en fase inversa cancela el ruido detectado, y el resultado es que no lo escuchamos.
A medida que la electrónica ha mejorado estos sistemas se han ido perfeccionando, también añadiendo más micrófonos para ayudar a captar diferentes ruidos. Actualmente los modelos más recientes de más alta gama disponen de sistemas de gran eficacia. Los ruidos que mejor se eliminan son aquellos bastante constantes: el sonido de fondo de un avión o un tren, por ejemplo, o el de un ventilador o aire acondicionado. Probando a activar y desactivar el sistema, sorprende cómo desaparecen esos rumores de fondo casi mágicamente. Para la dinámica de la música clásica, estos sistemas son una bendición para escuchar sin estar pendiente del volumen (ni arriesgar con ello nuestra salud auditiva). ¶
Una marca pionera en el uso de sistemas de cancelación de ruidos es Bose, que los introdujo primero en sus auriculares para pilotos. La actual generación consigue excelentes resultados, y esto es importante, sin perjudicar a la música: algunos sistemas no son transparentes con la música que escuchamos, que queda velada al eliminar ruido ambiente. Los Bose Quietcomfort Earbuds (279 euros*) son bastante discretos y su batería aguanta seis horas (el estuche en todos estos los carga dos o tres veces sin necesitar enchufe). Sus hermanos mayores, los Bose QuietComfort 35 (349 euros*) y los aún más eficaces Bose NC-HP 700 (399 euros*) son buenas opciones menos portables y en ambos casos con posibilidad de uso sin cables. Apple ha ayudado a popularizar los auriculares sin cables y con cancelación de ruidos con sus AirPods Pro (279 euros*) pero modelos como los Sony WF-1000XM3 (200 euros*) tienen mejor sonido y sistema de cancelación. En cuanto a auriculares de diadema, Apple se suma con sus Airpod Max (629 euros*) ofreciendo el extra de micrófonos para ajustar en vivo la ecualización del sonido. Eso hacen también los nuevos Yamaha YH-E700A (399 euros*), el siguiente paso en control electrónico de la escucha. ¶
(Nota: los precios son PVP recomendado en la fecha de la publicación, julio de 2021)
Josep Armengol
(Artículo publicado en el nº 375 de SCHERZO, de julio de 2021)