Apple compra BIS
Hace unos días felicitábamos en estas mismas páginas a Robert von Bahr, fundador y propietario de BIS por sus ochenta años. Hoy nos enteramos de que Von Bahr ha vendido BIS a Apple y a su agencia de artistas y repertorio Platoon. Parece muy natural pensar algo así como “cuando cumpla ochenta lo dejo” y el bueno de Robert, que lo ha dado todo por la industria discográfica independiente, es muy dueño de cerrar un negocio que seguramente le garantiza a él y a su familia algo más que un buen pasar. Sería absurdo reprocharle una decisión a la que tiene todo el derecho del mundo. Más bien hay que agradecerle todo lo que ha hecho por la fonografía en los últimos cincuenta años y desearle lo mejor, naturalmente. Él no tiene la culpa de que el mercado sea como es.
Lo triste de la historia es que, después de la compra de Hyperion por Universal, llega esta de BIS por Apple y que desaparecen así, casi a la vez, los dos sellos independientes más significativos y de presencia más constante, capaces de ir incrementando su catálogo y el repertorio que acogían, engrandeciendo una forma de hacer cultura como era —como es todavía muy a duras penas— el disco. Von Bahr ha manifestado a través de la web de su antigua casa, con una presencia de ánimo que hace de la necesidad virtud, que se mantendrá la pequeña estructura de BIS. Otra cosa serán las decisiones de Apple respecto a grabaciones por hacer, si se mantendrán las físicas, lo que pasará a su plataforma y si lo hará o no de manera exclusiva. Veremos, pero qué quieren que les diga: da mucha pena.
Luis Suñén
(arriba, imagen con la que Robert von Bahr ha ilustrado en redes sociales el anuncio de la venta de BIS a Apple con el siguiente comentario: “El fundador y Director General Robert von Bahr tras un día de embalaje”).