Amplificadores con DAC

Es la nueva tendencia: un amplificador integrado que además de entradas analógicas de toda la vida, tiene digitales directas.

Hace poco comentamos en esta página la existencia de aparatos ‘todo en uno’ para equipos de música: en una sola caja o dispositivo se juntaban las funciones tradicionales de amplificador y fuente digital, gracias al uso de reproductores internos de archivos en red. Aunque los hay de gama media y alta, la mayoría son de gama de acceso y pensados más para resolver de forma elegante el problema de montar un equipo de música en una casa moderna, donde no suelen ser bien recibidos los sistemas de varios componentes…

Eso es cierto, pero no es toda la verdad. Los amplificadores integrados (es decir que tienen diferentes entradas, control de volumen y amplificación) de todas las gamas también han evolucionado incluyendo entradas digitales, para simplificar la conexión de dispositivos de todo tipo. Al incluir su propia circuitería de conversión digital (DAC), ocurre algo parecido a como cuando hace décadas incluían una sección de fono para amplificar las delicadas señales de los tocadiscos (la señal de las cápsulas es del orden de mil veces más baja que la de otras fuentes como un cd).

Lógicamente, puede depender de qué aparatos tenemos en el equipo: un lector cd de alta calidad contará con un circuito DAC posiblemente mejor que el que incorpore un amplificador de nivel inferior. Aunque la tecnología avanza sin parar, el esmero en la alimentación y circuitería de salida puede importar más que las cifras (resolución en bits o capacidad en frecuencia). Pero también ocurre lo contrario, y el sonido de un lector cd puede verse mejorado por un DAC superior, en el corazón de un nuevo amplificador. Así, con ese nuevo integrado, conectando digitalmente ese cd mejoraríamos la calidad de nuestro sonido respecto de la conexión analógica con el amplificador anterior. También conectarle el televisor (vía HDMI o digital óptico) aportará, en este caso seguro, más musicalidad, impacto y mejor sonido a lo que veamos, ya sean conciertos, películas, etc. ¶

Amplificadores integrados con su convertidor digital y parte de fono (tocadiscos) hay de todos los precios, pero por menos de mil euros el Audiolab 6000A (800 euros) es una buena opción de una marca muy popular en los años 90, puesto al día. Otra británica podría ser el siguiente paso: Roksan Attessa (1.250 euros) con la opción de su propio reproductor interno (buen sistema: BluOS). Otra clásica también está ahí, el Rotel A-14 mkII (1.400 euros), con reproductor incorporado (Roon y MQA compatible). Otro escalón: el Denon PMA 1600NE (1.800 euros) con doble alimentación interna y DAC propio. Seguimos con modelos de marcas bien conocidas: Marantz acaba de lanzar su 40n (2.500 euros) equipado con todo (DAC y reproductor) y con circuitería clásica. Desde Canadá el Moon 240i Neo (2.690 euros) es otra apuesta segura, son aparatos muy musicales y versátiles. Una muestra de gama más alta (en este caso de Rotel) es el muy completo Michi X3 (5.500 euros), cuyos 30 kg de peso dan pistas sobre su construcción. ¶

(Nota: los precios son PVP recomendado en la fecha de la publicación, abril de 2022)

Josep Armengol

(Artículo publicado en el nº 383 de Scherzo, de abril de 2022)