ALICANTE / Rotundo éxito de ADDA-Simfònica

Alicante. Auditorio de la Diputación de Alicante. 10-IX-2020. ADDA-Simfònica. José Antonio López, barítono. Director: Josep Vicent. Obras de Bernstein, Voro García, Rodrigo y Stravinsky.
ADDA-Simfònica y su director, Josep Vicent, han retomado la idea de aquel evento musical que significó el Festival Internacional de Música Contemporánea de Alicante que, desde 1985, se acercó a la treintena de ediciones significando un referente absoluto en nuestro país. En esta ocasión lo ha hecho en colaboración con el Festival Ensems, a su vez, pionero en esta especificidad musical en España.
En este primer concierto del Festival de Música Contemporánea de Alicante, que tendrá continuidad con otras ocho citas, hay que destacar la reposición de la obra Hijo de la luz y de la sombra que el compositor valenciano Voro García dedicó al poeta Miguel Hernández. Contaba con el aliciente de la participación de José Antonio López, que la estrenó en Orihuela junto a la Joven Orquesta de la Generalidad de Valencia bajo la dirección de Manuel Galduf, el 15 de julio de 2010. Esta composición da la sensación de haber sido pensada para este barítono, dada la asombrosa identificación que tiene con la muy difícil expresividad que pide el autor, quien ha visto en él ese ideal canoro para su complicado canto que exige un intenso ejercicio de deconstrucción vocal. Josep Vicent ha llegado a la quintaesencia de sus cinco instancias (movimientos), profundizando en el desgarrador sentido lírico del gran poeta oriolano desde un sonido orquestal que ha servido para experimentar la magnífica progresión de ADDA-Simfònica, formación que se ha convertido en sustancial valor cultural de la provincia de Alicante.
La capacidad técnica de músicos y cantante ha brillado en todo su esplendor, consiguiendo que la experiencia de su escucha se haga imborrable en la memoria de un espectador atento y de mente abierta a las desintegraciones fonéticas que propone Voro García con ingenioso talento y potencia musical. Esta está presente constantemente en el desarrollo de la obra, donde, sublimadas en sonidos, se perciben esas inquietudes emocionales que Miguel Hernández proyecta en su poética como son los sombríos sentimientos de amargura, soledad, desaliento, ausencia o muerte, culminándose el sentido cíclico que contiene en la última instancia, Canción para franquear la sombra, con la que se diluyen las tensiones expresadas en las cuatro anteriores viniéndose a justificar aquí la cohesión de esta obra, que seguramente quedará en un lugar destacado dentro del catálogo del compositor.
El concierto, que se inició con la colorista obertura de la opereta Candide de Leonard Bernstein, continuó con la interesante A la búsqueda del más allá, que dedicara a la NASA Joaquín Rodrigo. Su interpretación fue implementada gráficamente por unas proyecciones en el escenario del ilustrador y director artístico aragonés Sagar Forniés, que estimulaban la percepción del espectador.
La velada culminó con una espectacular interpretación de la suite El pájaro de fuego de Igor Stravinsky, con la que Vicent puso al público en pie, emocionado ante la sinceridad, virtud y razón estética de su actuación.