ALICANTE / La versátil guitarra de Tilman Hoppstock

Alicante. ADDA. 21-III-2021. Tilman Hoppstock, guitarra. Obras de Brouwer, Froberger, Hoppstock/Willcocks, Paco de Lucía, Roncalli, Sanz y Tárrega.
Reconocido como una de las personalidades más relevantes y a la vez poliédricas de la música para la guitarra que ha dado Alemania en los últimos cincuenta años (como compositor, intérprete, pedagogo, editor y trascriptor), Tilman Hoppstock, ofreció un recital muy variado en la sala de cámara del ADDA, en el que quedó de manifiesto la gran versatilidad de este músico abordando obras de autores muy diferentes en estilos así como composiciones propias bajo el seudónimo de Allan Willcocks y trascripciones suyas de piezas de otros autores compuestas para diferentes formatos.
Inició su actuación con un pasacalle trascrito del compositor bergamasco del siglo XVII Ludovico Roncalli, notándose ya el carácter híbrido del timbre de su instrumento, que en este caso expresaba un asimilado sonido barroco de particular color, realzado por su particular tañer. Se mantuvo tal carácter en algunas danzas de la conocida Suite española de Gaspar Sanz que interpretó a continuación y en la que mostró esa singular doble técnica de punteado y rasgueado que pide esta obra, ofreciendo la que lleva por título La caballería de Nápoles con dos clarines con cierta contención de su tempo, para terminar con una alegre versión de Canarios, a la que extrajo sus más destacados acentos hispanos.
Siguió con una versión para guitarra del Lamento en Mi bemol Mayor de Johann J. Froberger, en el que profundizó en su espíritu elegíaco precedió a una de las obras más características y personales de Hoppstock, sus Doce bocetos impresionistas para guitarra, escritos bajo el pseudónimo de Allan Willcocks. Su rasgo impresionista quedó reflejado en un resonante vibrar de la guitarra implementado por leves oscilaciones en su forma de sostener el instrumento.
Continuó con seis piezas escogidas de Francisco Tárrega; las mazurcas Sueño y Marieta, bien marcadas en su característico aire de danza polaca, la gavota Maria, la pausada Endecha-Oremus, que tocó con sumo gusto, un Preludio en La y la conocida Alborada que el gran genio de la guitarra villarrealense dedicó a su hijo imitando los sonidos de una cajita de música.
Demostrando sus dotes técnicas, Hoppstock entró en los secretos del compositor y gran guitarrista cubano Leo Brouwer con los dos movimientos de su obra Elogio de la danza. Expuso con elegancia el Lento inicial asemejándolo a un pausado adagio para ordenar los materiales sonoros del segundo, Ostinato, en una especie de series expresivas en un continuo formal tocado con sugestiva sensibilidad que, desde su primer sonido, arrastró la atención del oyente.
Dejó para el final la anunciada sorpresa: una versión libre de una Taranta inspirada en Paco de Lucía, asumiendo sus tres diferenciadas partes con un forzado estilo imitativo de peculiar ornamentación justificada por la formación musical germana de este intérprete, bastante lejana de los palos flamencos, y que constató con gran destreza técnica y autenticidad de sentido en la ejecución de la trascripción del emocionante adagio contenido en el aria que ocupa el segundo movimiento de la Suite para orquesta nº 3 en Re Mayor BWV 1068 de Johann Sebastian Bach que ofreció como bis, intensamente aplaudido por el público.
José Antonio Cantón