Airam Hernández, en la piel de Lorca

Este mes de febrero el tenor Airam Hernández regresa al Teatro Real para ponerse en la piel de Federico García Lorca en el estreno absoluto de El abrecartas, ópera póstuma de Luis de Pablo, con libreto de Vicente Molina-Foix. Lo hará a lo largo de seis representaciones (del 16 al 26), en una producción del coliseo madrileño con Xavier Albertí en la dirección de escena y Fabián Panisello en la dirección musical. El tenor canario, que desde los inicios de su carrera se mueve con comodidad en el repertorio contemporáneo, se acercó al mítico poeta granadino fascinado por su Romancero gitano, y está especialmente interesado en sus obras teatrales. En esta entrevista nos da algunas pinceladas sobre su carrera y sobre su papel en esta ópera.
(…) ¿Conoció a Luis de Pablo? ¿Qué cualidades tiene El abrecartas?
Lamentablemente no tuve la fortuna de conocerlo. Me habría encantado hacerle algunas consultas concretas sobre los criterios al elaborar el libreto junto a Vicente Molina, o aspectos musicales que definen ciertas situaciones y personajes. Su música se caracteriza por la creación de su propio sistema interválico y la búsqueda de nuevas texturas basadas en el ritmo y la adopción de instrumentos no convencionales. En El abrecartas, a mi juicio, culmina su obra vocal. La música está al servicio del texto: hay un claro predominio del recitativo y del diálogo fluido, con momentos de gran lirismo que enfatizan los estados anímicos y dramáticos. Para conseguir esa fluidez, utiliza melodías de carácter silábico y concatena cambios de tempo, dinámicas y efectos sonoros que facilitan la comprensión y rompen el compás. La dificultad radica en interiorizar esas nuevas métricas y un lenguaje lleno de matices. Es fácil caer en lo escolástico y memorizar la obra como un ejercicio de solfeo, lo complicado es introducirse en su lenguaje con un objetivo común, de manera que cada uno de los elementos confluyan en la historia.
¿Para preparar el personaje ha releído a Lorca?
Mi primer acercamiento a Lorca fue en el colegio. En literatura leíamos cada día poemas de El romancero gitano. Durante mi adolescencia solía aislarme para pintar, escribir y leer, y la poesía de Lorca me interesaba especialmente. Después me empezó a interesar su obra teatral. Para este papel he releído parte de su obra, me he documentado sobre su vida a través de entrevistas y biografías y he tratado de recabar datos sobre su personalidad y su forma de actuar. Me han sorprendido particularmente dos de sus obras, El público y Así que pasen cinco años, donde muestra su faceta más vanguardista. Son obras que él mismo calificó de “irrepresentables”. Afortunadamente, el tiempo le ha quitado la razón.
¿Cómo están preparando Albertí y Panisello este estreno?
Pocas veces he tenido la fortuna de realizar un trabajo tan minucioso y colectivo. Nos encontramos en ese primer periodo de contacto con la partitura y me ha sorprendido gratamente el enfoque de Panisello y Albertí. Se ha hecho una mesa redonda que ha permitido que el cast forme parte del proceso creativo. En una lectura musical, Panisello ha trabajado diferentes momentos, técnicas y texturas hasta hacerlos transparentes y expresivos para que la obra se comunique al público del modo más directo posible. En una lectura del libreto, Albertí nos ha planteado su idea general de la obra, dejando las puertas y ventanas abiertas para que aportemos nuevas visiones. Esa forma de trabajar me ha transportado a los coloquios de los intelectuales de la Generación del 27. Al final, lo que interesa no es mostrar esa España de dos bandos, sino las grandes pasiones de los personajes y los registros del amor. (…)
Camila Fernández Gutiérrez
[Foto: Darío Acosta]
(Extracto de la entrevista publicada en el nº 381 de SCHERZO, de febrero de 2022)