VALLADOLID / Barroco elegante no integrista

Valladolid. Auditorio Miguel Delibes. 27-IV-2023. Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Directora: Jeannette Sorrell. Obras de Händel, Boccherini y Mozart.
El repertorio barroco con el que han tomado soltura en sus instrumentos generaciones de estudiantes de conservatorio parece, hoy día, un terreno tan bien interpretado que a él sólo pueden acceder los especialistas, excluyente incluso para las orquestas sinfónicas, hasta el extremo de que el mismo Plácido Domingo confesaba hace ya algunos años sentirse por debajo de sus compañeros de elenco al ver que “todos los demás eran especialistas en Barroco”.
La OSCyL, especialista en todo lo demás, se adentró en la Música acuática de Haendel con una plantilla reducida (cuerda de 6, 5, 4, 4, 2) sin cuerdas de tripa, sin arcos barrocos y sin los excesos de efectos de los grupos especializados. Al frente de la OSCyL, la estadounidense Jeannette Sorrell, un paladín de la mesura y la elegancia, sacó un sonido barroco auténtico, no tan hiperbólico en sus contrastes como el de los barroquistas actuales, pero suntuoso en el paso del arco y exacto en la homogeneización de los ataques gracias al trabajo de Andoni Mercero, concertino invitado. El resultado, respecto al recargamiento de la corriente historicista más integrista, puede resultar menos exagerado y teatral (el Barroco es, ciertamente y ante todo, una época teatral), pero más natural y fluido.
Es posible que Jeannette Sorrell quisiera incidir en la naturalidad y fluidez del discurso teniendo en cuenta que la segunda parte del programa estaba dedicada a Boccherini y Mozart. La Sinfonía en re menor, op. 14 nº 4 se interpretó como un Clasicismo muy puro y claro, con un cuidado extremo en ofrecer direccionalidad a las frases. Lleva por título La casa del diablo, dato que ofreció un motivo para cuidar factores especiales de terribilitá o expresividad como la ausencia de vibrato en notas largas, efectos sul ponticello o continuas cascadas vertiginosas de notas. Un placer para la escucha y la admiración.
Con la música de ballet para Idomeneo, KV 367 de Mozart la orquesta se retiró al fondo del escenario, que fue ocupado por el cuerpo de ballet de la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León “Ana Laguna”, de Burgos. Gran trabajo de danza contemporánea en sus vistosos movimientos de conjunto, bien mesurados para no provocar un choque estético indeseado con el Clasicismo musical, que recibió intensos aplausos. La fusión de artes, danza y música sirvió a su fin último de crear un arte más expresivo, apoyado en la interpretación de un Mozart concentrado y enérgico, cargado de Sturm und Drang y liderado por esta directora, Jeannette Sorrell, con la que se puede contar, sin lugar a dudas, para futuras temporadas.
Enrique García Revilla