VALENCIA / Inolvidable Marianne Crebassa

València. Palau de les Arts (Auditori). 29-V-2021. Marianne Crebassa, mezzosoprano. Orquesta de la Comunidad Valenciana. Director: Antonello Manacorda. Obras de Mendelssohn, Berlioz y Debussy.
No ha podido tener mejor debut la mezzosoprano Marianne Crebassa (1986) en el Palau de les Arts. Lo ha hecho con una actuación inolvidable en la que reveló cada palabra, sílaba, nota y confidencia de Las noches de estío, el ardiente y romántico ciclo vocal que en 1841 compone Hector Berlioz a partir de poemas de su amigo Théophile Gautier, y que la diva gala cantaba por primera vez en público. Cada uno de los seis números fue desgranado con sutileza extrema e intenso sentido expresivo. Contó para ello con la complicidad efectiva de Antonello Manacorda, quien igualmente debutaba en el Palau de les Arts al frente de una Orquesta de la Comunidad Valenciana que sonó bajo su gobierno como en sus mejores días.
Daba la impresión, se sentía la certeza de que era la propia música, el mismo poema, el que habitaba y se decía a sí mismo en los íntimos registros y colores de una voz en la que cada nueva canción se vivió como un renovado secreto de sensaciones y confidencias. Del resignado El espectro de la rosa al misterio en forma de brisa agitada de La isla desconocida, del candor popular de la Villanelle a la escueta y lúgubre atmósfera de En el cementerio. Todo quedó envuelto y realzado por la implicada labor de un maestro –“melodista nato”, le denominó con razón el diario berlinés Der Tagesspiegel– y unos instrumentistas que respiraron, sintieron y cantaron con ella.
El programa, maravillosamente trazado y cargado de sentido y excelencias, se completó con una obra tan afín y cercana a Las noches de estío como es El sueño de una noche de verano, de Mendelssohn-Bartholdy, cuya obertura encontró una versión pulida y realmente excepcional, con intervenciones solistas y seccionales verdaderamente sobresalientes. Como final de tan inolvidable concierto y programa, todo recaló en una suntuosa recreación de El mar de Debussy en la que Manacorda y los profesores de la excepcional Orquestra de la Comunitat Valenciana se sumergieron en una recreación –que no interpretación– cargada de sugestiones y paisajes. Verdaderamente fascinante. Verdaderamente emocionante.
Justo Romero