VALENCIA / Conmovedor ‘Winterreise’ de Joyce DiDonato
Valencia. Palau de les Arts. 30-X-2021. Ciclo Les Arts és Lied. Schubert, Winterreise. Joyce DiDonato, mezzosoprano. Craig Terry, piano.
Joyce DiDonato ha regresado al Palau de les Arts, a su imprescindible ciclo Les Arte os Lied, para conmover con su personal acercamiento al Viaje de invierno, el prodigioso y desolado ciclo de lieder que compone Schubert al final de su vida, sobre versos de Wilhelm Müller. Cuenta la mezzosoprano estadounidense en una nota incluida en el programa de mano que su visión personalizada es desde la perspectiva de “Ella”, la mujer amada. Es una opción que queda bien, y a tono con los tiempos. Pero la historia es la que es: “El amor no correspondido”. De ella o de él. El relato trasciende esa perspectiva para ser más universal y profundo. Reflexiones sin sexo durante un viaje inexorable de evocaciones, escalas, nostalgias, recuerdos, añoranzas, recaladas y desesperanza… que no tiene otro destino que el fin ineludible al el que todos desembocamos.
Los sucesivos y contrastados microcosmos por los que transita el dolido viajero —viajera— son recaladas en diferentes estados de ánimo, en reflexiones sobre la ausencia del ser amado. ¡El desamor! Un itinerario por la desolación ante la pasión no correspondida, ante la “impresión gélida, sin concesión al encanto ni a la felicidad lacrimógena”, por utilizar la expresión de quien —desde su vocalidad diferente e inconfundible— ha sido uno de sus mejores artífices, el barítono Dietrich Fischer-Dieskau.
Con una mesita-camilla a lo Pires, un libro al que no quita ojo y que es —cuenta la DiDonato— el ‘diario’ que le ha ‘enviado’ la protagonista de ‘su’ Winterreise, y el soporte cómplice del piano atento, pero parco en colores e indagaciones, de Craig Terry, Joyce DiDonato cuenta cada uno de los 24 episodios, cada uno de los recuerdos, reflexiones o situaciones, con confidencialidad extrema, como si se los estuviera confiando privadamente a cada espectador. Versión intensa, emotiva, conmovedora y apesadumbradamente hermosa. Dicha desde la plenitud vocal y vital de una artista que ha tenido el buen sentido de esperar para recalar en el mundo dolido, apesadumbrado y nostálgico de este Viaje de invierno henchido de vivencias, convicción, verdad, estilo y fondo.
La vocalidad, saludable, de poderosa proyección, rica en matices y colores, con atención a unos pianísimos al límite, pero siempre perceptibles (¡brava la acústica de la Sala Principal del Palau de les Arts!) fueron cualidades de una lectura de absoluta convicción expresiva. Quieta y con un tiempo narrativo magistralmente calibrado, como la muy larga pausa que guardó antes del acometer el último lied, Der Leiermann, que se sintió como llegado ya desde el más allá, después de la definitiva partida…
Joyce DiDonato, cuyo hábitat y repertorio han cursado por senderos diferentes a la órbita germánica, al universo del Lied, ha triunfado sin peros en esta arriesgada y valiente incursión, trabajada y anhelada, “en la que tanta ilusión y trabajo hemos depositado”, dijo al final, visiblemente emocionada, tan emocionadísima como estábamos casi todos, tras un silencio que se prolongó durante dios sabe cuántos segundos. Habló de la pandemia, de la noche y de la luz del amanecer, “que siempre llega”. Y la luz llegó, como droga en vena: “Aunque después del Viaje de invierno ¡qué se puede hacer!…”, dijo en un correcto español trufado de italiano antes de que el teclado comenzara a susurrar los tenues pero luminosos arpegios del Morgen straussiano. ¡Imagínense!
Justo Romero
(Foto: Miguel Lorenzo – Palau de les Arts)