Un mar de memoria
NOSTALGIA (The Sea of Memories )
Friederike Heumann (viola de gamba); Nihan Devecioglu (voz); Xavier Díaz-Latorre (tiorba y guitarra) / Accent
Se están diciendo tantas tonterías sobre la descolonización de la música occidental que hemos olvidado que tal música no es en absoluto occidental. Procede del sur y del este, surgiendo en torno al Mar Mediterráneo y extendiéndose hacia el continente europeo mediante un proceso de conquista y supremacía cultural. Europa fue sucesivamente colonizada por los griegos, los romanos, los mongoles y los árabes antes de que se pensara en extender la “civilización” a otras partes del mundo.
Esta novedad discográfica supone un bendito alivio respecto del programa de descolonización. Mezcla música de las principales culturas ribereñas -griega, italiana, judeo-española y árabe- con arias de óperas barrocas que tienen sus raíces en esas mismas costas.
Si uno se topa con un compositor llamado Kapsberger, probablemente no lo confundirá con un levantino, pero su identidad y su música ilustran brillantemente el sentido de este fascinante álbum. Los nombres de pila de Kapsberger eran Giovanni Girolamo, sus fechas de nacimiento y muerte eran de 1580(?) y 1651; hijo de un militar austriaco, viajó a Roma para trabajar para el Papa escribiendo aires lastimeros para instrumentos de cuerda pulsada que no eran de ningún modo cristianos en su fe, estilo o presentación. Kapsberger fue, en todo caso, un hombre del Mediterráneo, multicultural antes de tiempo. Y si en sus aires percibimos algo del minimalismo del siglo XXI, no nos sorprendamos. Lo que tiene que pasar, acaba pasando.
En la misma línea, Monteverdi fusionó los sonidos que escuchó en el puerto de Venecia hasta sentar las bases de la forma artística que conocemos como ópera. Un aria de Monteverdi en este programa fluye dulcemente hasta desembocar en un himno sufí de Turquía y en una canción de bodas sefardí, llegando a Granada vía Salónica. Mis oídos no necesitan realizar ningún ajuste. Todo es música y todos somos humanos. Este álbum nos recuerda la universalidad del arte y la locura de imaginar que un tipo de música busca aplastar a los demás. No es así como funciona. La música fluye de una melodía a otra como el agua de la nieve derretida. Todo lo demás es política moderna y demagogia.
Los maravillosos músicos de esta grabación son Friederike Heumann (viola da gamba y lirone), Nihan Devecioglu (cantante) y Xavier Díaz-Latorre (tiorba y guitarra barroca). Esta colección es más que sólo música. Es una lección de convivencia, una sorpresa constante.
Norman Lebrecht