Un Kissin para no perdérselo

EVGENY KISSIN, piano 
Obras de Berg, Khrennikov, Gershwin, Chopin, Mendelssohn, Debussy y Kissin. DEUTSCHE GRAMMOPHON 48629909 (2 CD)

En agosto de 2021 se grabó en Salzburgo este recital, con un programa prácticamente idéntico al que Kissin había ofrecido en Madrid para Ibermúsica en marzo de ese mismo año, reseñado en su momento por quien esto firma. Apenas la inclusión del primer Scherzo de Chopin, no incluido en Madrid, el resto del programa (Sonata de Berg, 5 piezas de Khrennikov, 3 Preludios de Gershwin y Nocturno op. 62/1, 3 Impromptus y Polonesa Heroica de Chopin) es idéntico, propinas incluidas (con una excepción, el Tango dodecafónico del propio Kissin, no escuchado aquí; sí el resto: Romanza sin palabras op. 38/6 de Mendelssohn, segundo Scherzo de Chopin y Claro de luna de Debussy).

Después de Madrid y antes de Salzburgo, fallecía la profesora de toda la vida de Kissin, Anna Pavlovna Kantor, y a ella dedicó el ruso este recital y el propio álbum. Como comenté en su momento, es un recital sin hilo conductor, y alguna inclusión sería probablemente obviada (la del indeseable Khrennikov, perro fiel de Stalin y temido secretario de la Unión de Compositores Soviéticos, sería hoy tal vez un ejemplo). Pero el recital permite apreciar la madurez dorada de Kissin, apabullante en su virtuosismo, pero también tremendo en la muy ‘prokofieviana’ traducción de la música de Khrennikov, dibujando con adecuado desparpajo los ritmos de Gershwin (precioso el segundo) y, como nos tiene acostumbrados, soberano en su acercamiento chopiniano.

Lo comenté en su momento y lo reitero ahora: exquisito, con un sonido de gran belleza, lleno, redondo, anchísima la dinámica y cuidadísimo en el color, todo el Chopin es una apabullante demostración de toque leggiero (el largo pasaje de fusas del segundo Impromptu despachado con tan insultante facilidad y perfección como formidable belleza) y un poderío arrollador (tremenda, arrolladora la épica Polonesa op. 53, y de una tensión tremenda el segundo Scherzo). Un álbum magnífico, para no perdérselo.

Rafael Ortega Basagoiti