Turandot recupera su traje original
En 2018, el Museo del Tessuto (aquí diríamos Museo del Traje) de la ciudad italiana de Prato adquirió un baúl con distintas prendas y objetos que habían pertenecido al guardarropa personal de la soprano Iva Pacetti (1898-1981). Un minucioso análisis de su contenido dio como resultado un descubrimiento sorprendente e inesperado: dos trajes de inspiración oriental y dos piezas de joyería habían formado parte, con toda seguridad, del vestuario que llevaba la soprano Rosa Raisa, primera intérprete de Turandot, en el estreno de la última ópera de Puccini, el 25 de abril de 1926 en la Scala de Milán, bajo la batuta de Arturo Toscanini.
Dados por perdidos desde hace tiempo, los trajes se encontraban en mal estado y han requerido una escrupulosa restauración que les ha devuelto su original esplendor. Para celebrar su hallazgo, el Museo del Tessuto de Prato organiza del 22 de mayo al 21 de noviembre la exposición Turandot y el Oriente fantástico de Puccini, Chini y Caramba. El foco no está puesto sólo en los trajes de Turandot, sino en el trabajo realizado por el escenógrafo Galileo Chini y el diseñador de vestuario Luigi Sapelli (conocido con el nombre artístico de Caramba) con motivo del estreno de la ópera pucciniana.
Fue Puccini quien eligió a Chini para realizar las escenografías de Turandot y trabajó en estrecha colaboración con él hasta su muerte. El recorrido de la exposición empieza con una selección de unos 120 objetos procedentes de la colección privada de Chini y conservados en la actualidad en el Museo de Antropología y Etnología de Florencia. Se trata de objetos orientales de producción tailandesa y china (tejidos, trajes de teatro, máscaras, porcelana, instrumentos musicales, esculturas, armas y manufacturas) que fueron una fuente constante de inspiración para el artista.
Los dos trajes de Turandot, ahora propiedad del Museo del Tessuto, lucirán en la última parte de la exposición rodeados por otros treinta trajes también pertenecientes al vestuario original del estreno de la ópera. Se trata de los trajes del Emperador, Calaf, Ping, Pang, Pong y el Mandarín, así como de personajes secundarios (sacerdotes, guardias, pueblo). Lo más curioso es que estas vestimentas, prestadas por el archivo de la Sastrería Devalle de Turín, también estuvieron desaparecidas durante décadas y se descubrieron de manera azarosa a mediados de los años setenta. Ahora, vuelven a juntarse unos meses en Prato con los de la Princesa de hielo en una función silenciosa que evoca el nacimiento del último gran título pucciniano.
(Arriba, uno de los trajes recuperados de Turandot, en el centro, junto con otros trajes originales del estreno de la ópera en 1926)