Trece cartas a Rusia
Gracias a la hospitalidad de Radio Clásica, hoy empieza una serie de programas para el verano. Estas trece cartas a Rusia son mensajes a alguien en concreto, a alguien que se llama Tatiana Mijaílovna. No sé si fue el gran amor de mi vida, pero su país es uno de mis amores principales. Rusia, por su cultura, por el padecimiento de sus gentes a lo largo de la historia, de la capacidad de sufrimiento del pueblo ruso. Ese padecimiento que evoca el canto del iuródivi en Borís Godunov.
Hoy, entre las 19 y las 20 horas, en Radio Clásica, se puede oír la primera de las cartas dirigidas a Tatiana, y las músicas con que las acompaño. No sé, es un gesto de solidaridad. Os están engañados, queridos míos, os llevan a la ruina (con tal de llevarnos a los demás), os alejan cada vez más de la libertad, un sueño que tuvisteis fugazmente. Quizá Occidente no sea un ejemplo inmaculado, y algunos casos sonados así lo ponen de manifiesto. Pero, caramba…
De la música, la cultura, la historia de una Rusia cuyos dirigentes e ideólogos fanáticos parecen empeñados en llevaros al abismo, a la dependencia de China, al sempiterno desaprovechamiento de sus muchos recursos, y de la presencia de los mejores. No creas, Irina Majaílovna, aquí tenemos buenos ejemplos históricos y recientes de la supervivencia de los más ineptos, y no me refiero a la política, sino a lo que permite que la vida sea un poco mejor, desde la expulsión de los mejores en las artes a la emigración de los mejores en la ciencia. Pero sin meterte en prisión, sin balas, sin venenos, sin destriparte junto a las murallas del Kremlin.
Bueno, será mejor que escuchemos algunos de estos programas. Todos los jueves, desde hoy mismo, 7 de julio, hasta el 29 de septiembre. De San Fermín a San Miguel, como se hubiera dicho en tiempos en que en el lugar se regían por la cosecha y se orientaban por el santo (o la santa, no olvidemos decirlo así). Después, se repiten en no sé qué madrugadas. Y luego se cuelgan los podcats. Todo muy moderno, los viejos estamos encantados… y abrumados.
Santiago Martín Bermúdez
Aquí el enlace con Radio Clásica.