SEVILLA / Teatro de la Maestranza: ¡Y que cumplas muchos más!

Sevilla. Teatro de la Maestranza. 1-V-2021. Leonor Bonilla, Rocío Ignacio, Ainhoa Arteta, Airam Hernández, José Bros, Simón Orfila, Jean-Kristof Bouton. Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Director: Juanjo Mena. Obras de Beethoven, Donizetti, Bizet, Carnicer, Penella, García, Giménez, Gomis, Mozart, Zandonai y Verdi.
El 2 de mayo se cumplieron treinta años de aquel concierto sinfónico con el que se inauguró el Teatro de la Maestranza, seguido el día 10 de mayo por aquella histórica y maravillosa gala lírica con la participación de los mejores cantantes españoles del momento. Para recordarlo, el coliseo del Paseo de Colón ha organizado otra gala lírica que se repite mañana y que, como aquélla, terminó también con el bis del brindis de La traviata. Sólo que en este caso se optó por un programa a base de fragmentos de óperas relacionadas con Sevilla o compuestas por autores sevillanos, aunque se echó de menos al Turina de Margot, sevillanos por partida doble.Sin alcanzar el palmarés histórico de hace tres décadas (por desgracia, ya no hay cantantes como aquéllos Kraus, Lavirgen, Carreras, Domingo, Pons, de los Ángeles, Berganza, Lorengar, Caballe), el plantel de voces reunido por el Maestranza se situó a un buen nivel de calidad, si bien cabe lamentar la ausencia a ultimísima hora de Carlos Álvarez.
Lo que sí es verdad es que Juanjo Mena no es ni de lejos Luis Antonio García Navarro, al menos en lo que de acompañar a cantantes se trata. El director vasco no consiguió de la ROSS un sonido medianamente empastado ni concertar las entradas y el ajuste en las frases más rápidas, víctimas de lo cual fueron especialmente los violines desde la introducción de la obertura Fidelio y, sobre todo en La mort du Tasse, precipitada, sin perfilar las frases y ocultando a las maderas en la coda. Su brocha gorda perjudicó sobre todo a Bouton, quien además de cubrir en el último momento a Álvarez en La favorita, se encontró con un muro sonoro que escamoteaba su voz al oyente.
De entre las voces la triunfadora fue Leonor Bonilla, con esa voz fresca, brillante, con destellos espectaculares en los sobreagudos y una homogeneidad en la emisión realmente envidiable. Su elegancia en el fraseo y su dominio de las agilidades suscitaron las ovaciones más sonoras tras su aria de Cristoforo Colombo de Carnicer. También derrochó elegancia Rocío Ignacio, muy delicada y contenida como Condesa y más desmelenada como Conchita, una ópera de Zandonai que está pidiendo a gritos su programación en Sevilla dada su temática (inspirada en la novela Le femme et le pantin). Arteta salió con la emisión muy trasera y oscura, con demasiado vibrato y con los agudos (dúo de El gato montés) metálicos y estridentes, si bien en Pace, pace estuvo más centrada y comedida en el fraseo. Bros no estuvo cómodo en el aria de la flor, con roces y problemas al apianar, pero en El gato montés se situó en un canto heroico y vibrante, cerrando con un Álvaro muy recogido y lírico.
Fue una sorpresa conocer en vivo la bella voz de Airam Hernández, lírica, potente y ágil, especialmente como Don Ottavio. Y Orfila, como es habitual, una voz de impacto, suelta y muy expresiva, muy teatral, sobre todo en la romanza de María del Pilar de Gerónimo Giménez. Cerrar una gala celebratoria con el funesto final de La forza del destino y sus últimos compases en morendo no fue una buena elección, por bien que se interpretase el fragmento. El final de El barbero de Sevilla hubiera sido una mejor opción, dada la ausencia de este título (el único que lleva el nombre de la ciudad) en este concierto. El coro cumplió como pudo dada su lejanía. Lo mejor, el coro de prisioneros de Fidelio.
Andrés Moreno Mengíbar
(Foto: Guillermo Mendo)