SEVILLA / Floristán, no es BIO, es EGO
Sevilla. Espacio Turina. 1-XI-2023. Juan Pérez Floristán, piano y performer. Belenish Moreno-Gil & Óscar Escudero, dramaturgia, dirección de escena y producción audiovisual. Juanlu Montoro, interpretación electrónica. Obras de Salim, Crumb y Moreno-Gil / Escudero.
El Espacio Turina de Sevilla mantiene entre sus líneas de programación una muy reconocible que apuesta por el riesgo de presentar pequeñas producciones escénicas a menudo vinculadas a la creación actual. La dan en denominar Drama X Música y es en este contexto donde se ha estrenado BIO. Una soirée de Juan Floristán, a mayor gloria del pianista sevillano, tan afín a la sobreexposición mediática más allá de sus incontestables cualidades como instrumentista.
Con una puesta escena de guardarropía (lámpara, sillón orejero y proyección de chimenea) Floristán comenzó dando la bienvenida a su casa (sic) y a leer, con una impostación exagerada, textos de Jorge Luis Borges para introducir cada una de las piezas que componen los Tres poemas sobre relatos del autor argentino, obra de 2023 de Daahoud Salim (1990). Hay que leer varias veces el año de nacimiento del compositor para intentar entender por qué alguien de su generación se siente tentado de asirse a un lenguaje tan desusado; en el que circulan Debussy y Ravel y, en la última de las tres piezas, aparecen rápidas figuraciones que recuerdan al Ligeti de los Estudios. La escritura es clara y el idiomatismo pianístico no se pone en duda, pero hay en esta música una deuda tan grande con el pasado que la hace presa devorada por este. Floristán, entre lectura y lectura, las defendió con toda la convicción posible, ya en las difíciles agilidades que exigen, en el dominio del exacerbado cromatismo y en el uso cuidado de la resonancia que estas naderías virtuosísticas van dejando tras de sí.
No está Eine Kleine Mitternachtmusik (2001) de George Crumb (1929-2022) entre las obras más satisfactorias del formidable compositor norteamericano y, con todo, desde sus primeros compases se nos sitúa ante una música claramente mayor. Una partitura en la que tan pronto atisbamos esquejes impresionistas como brevísimas células tristanescas, wagnerianas. Para más retruécano, con Thelonius Monk de fondo. Floristán es un músico de extraordinaria técnica que fue capaz de graduar el pedal para colorear el discurso, pero también volvió a mostrar una gran destreza en los pasajes más agitados, aquí además amplificados por técnicas extendidas en el arpa del piano, que Crumb impone con un sentido diáfanamente musical, atmosférico y hasta melódico.
BIO, The Work About Your Pianist Life (2018-2023) es una creación multimedia de los post-compositores (!) Belenish Moreno-Gil (1993) y Óscar Escudero (1992) que ha de adaptarse en su integridad al pianista que vaya a interpretarla. Floristán ha cogido el testigo de quien la estrenó, Lluïsa Espigolé, y todo lo que tuvo que hacer fue dejarlo en mano de sus artífices. Porque la obra se resume a un vertiginoso y muy bien montado vídeo de YouTube con instantes de videojuego, video mapping para ir ubicando geográficamente las andanzas del retratado y convulsivas pinceladas pianísticas de las músicas que sustentan su trayectoria. Indudablemente Floristán, entre chascarrillo y chascarrillo, pareció pasárselo estupendamente de un lado para otro, parloteando sobre sí mismo, desbrozando su fulgurante carrera, descamisándose y restándose importancia en un ejercicio de vanagloria totalmente intrascendente que solo pudo apelar a familiares, allegados y fans incombustibles.
Ismael G. Cabral