Sala vacía y aplausos virtuales para el Concierto de Año Nuevo en Viena
Todo está listo para que mañana las televisiones de todo el planeta retrasmitan el acontecimiento de música clásica más mediático. El Concierto de Año Nuevo en Viena se verá en más de 90 países y será seguido por millones de espectadores en todo el mundo; sin embargo, esta edición de 2021 se recordará sobre todo como la primera en la historia del Concierto de Año Nuevo sin público en la sala del Musikverein.
Con su sexta participación, Riccardo Muti se convertirá en el cuarto director con más presencias al frente del evento detrás de Boskovsky, Krauss y Maazel. El director italiano, que en 2021 celebrará su 80 cumpleaños y el medio siglo de colaboración con la Filarmónica de Viena, ha escogido un programa con siete estrenos y algunos guiños a Italia. Por primera vez sonarán la Marcha Fatinitza de Franz von Suppè, que abre la velada, las páginas de Carl Zeller (Vals Grubenlichter), Carl Millöcker (galop In Saus und Braus) y Karel Komzák (vals Bed’ner Mad’In op. 257) así como la Margherita Polka, op. 244 de Josef Strauss y el Venetian Galop, op. 74 de Johann Strauss padre.
Por supuesto, no faltará Johann Strauss hijo con sus valses Ondas sonoras, op. 148, Voces de Primavera op. 410, Vals del Emperador, op. 437, la Niko Polka, op. 228, la polka francesa Im Krapfenwaldl op. 336, la cuadrilla Nuevas Melodías op. 254 y la polka rápida Tempestuoso en el amor y la danza, op. 393. Franz von Suppè no sólo abrirá la primera parte, sino también la segunda, con su Obertura de Poeta y campesino.
La ausencia de público se aliviará con aplausos virtuales que sonarán al final de la primera y la segunda parte, y que los espectadores podrán enviar a través de la página https://www.neujahrskonzertapplaus.com/.
En una entrevista al Corriere della Sera, Muti ha adelantado que tanto él como la Filarmónica de Viena actuarán sin mascarilla (“ellos se hacen pruebas todos los días”) y optarán por un espectáculo sobrio, que conceda protagonismo exclusivo a la música. Habrá saludo pero no discurso (“tal vez alguna palabra al principio del concierto para explicar la situación”). En cuanto a la ausencia de ciertas tradiciones, Muti no parece echarlas de menos y ha tirado de ironía al afirmar que esta vez “se oirá la Marcha Radetzky tal como está escrita, sin el acompañamiento a destiempo de parte del público”.