Problemas para Valeri Gergiev en Nueva York y Milán

Después del ataque de Rusia a Ucrania, las miradas del mundo musical se han centrado en Valeri Gergiev. Amigo de Putin y declarado sostenedor de su política, Gergiev ya estuvo en el punto de mira de la opinión pública occidental en 2014 por su respaldo a la intervención rusa en Ucrania que llevó a la anexión militar de Crimea.
Los recientes acontecimientos no han hecho sino reavivar con mayor fuerza aquellos sentimientos. Ante el más que probable revuelo, la Filarmónica de Viena ha decidido prescindir de su presencia en el podio en los tres conciertos que tiene previsto ofrecer este fin de semana en el Carnegie Hall de Nueva York. Gergiev será sustituido por Yannick Nézet-Séguin. Tampoco estará presente el pianista ruso Denis Matsuev.
No menos complicada se antoja la situación en Milán, donde Gergiev dirigió el pasado miércoles en el Teatro alla Scala la primera función de La dama de picas (y ya hubo conatos de protesta entre el público). Según informaciones procedentes de la ciudad italiana, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, y el superintendente de la Scala, Dominique Meyer, habrían reclamado al director un posicionamiento explícito con respecto al actual conflicto. En caso de no condenar el ataque, el coliseo milanés estaría dispuesto a rescindir la colaboración con Gergiev para las siguientes funciones de la ópera de Chaikovski.
Quien sí ha hablado ha sido la directora ucraniana Oksana Lyniv, actual directora musical del Teatro Comunal de Bolonia. En declaraciones a la prensa, Lyniv ha afirmado: “Como nación no nos rendiremos nunca. Ucrania nunca aceptará esta agresión, no renunciará a su soberanía” y ha añadido que “todo el que calle será cómplice del nuevo dictador”.