PRADES / Creación contemporánea y Chaikovski en el Festival Pablo Casals
Prades. Cuevas de Canelettes; Abadía Saint-Michel-de-Cuxa. 7-8-VIII-2024. Orchestre de Chambre du Festival Pablo Casals. Fanny Vicens (acordeón), Anastasia Kobekina (violonchelo). Director: Pierre Bleuse. Obras de Aurelio Edler-Copes, Pierre Jodlowski, Nuria Giménez-Comas, Alexander Vert, Jean-Frédéric Neuburger, Chaikovski.
El rasgo más distintivo del Festival de Prades, aportado por Pierre Bleuse desde su primera edición en 2021, es la participación de una orquesta de cuarenta y cinco músicos especialmente reunida para el evento, con músicos al principio de sus carreras, acompañados por solistas de las principales orquestas europeas. Esto es posible gracias al Fondo de Dotación del Festival, que representa casi el treinta por ciento del presupuesto, y gracias al apoyo de la Academia Internacional de Música Menuhin «Esmuc» (Escola Superior de Música de Catalunya) para los conciertos Young Talents & Friends. Todo ello en sinergia con las más renombradas escuelas de música europeas, que apoyan a los jóvenes talentos fomentando los intercambios intergeneracionales a través de clases magistrales y talleres, y acogiendo a músicos emergentes en residencia. A lo largo de doce días, veintidós conciertos se desarrollaron en el rico patrimonio arquitectónico e histórico de la región de Conflent, cuyo punto central es la abadía benedictina románica de Saint-Michel-de-Cuxa.
La música contemporánea tiene más espacio que nunca. Por eso, las dos últimas jornadas de la edición de 2024 se centraron en la creación. La primera jornada transcurrió en el ambiente fresco y húmedo de las cuevas de Canelettes, un lugar poco recomendable para los instrumentos por su elevada humedad, y la segunda se dedicó a un recital de la brillante acordeonista catalana Fanny Vicens, que toca con los mejores conjuntos de música contemporánea, como el Intercontemporain y el Modern Ensemble, así como con grupos «históricamente informados». Esta vez actuaba como solista con su acordeón microtonal XAMP, en un programa que ya fue objeto de un CD titulado Turn On, Tune In, Drop Out (1), con cuatro obras con electrónica en vivo y dispositivos luminosos de otros tantos compositores contemporáneos, concebidas en estrecha colaboración con el videoartista suizo Thomas Köppel.
Esta tetralogía comprende Cantiga, que combina la fragilidad del sonido instrumental con la potencia del flujo electrónico, compuesta en 2006 por Aurelio Edler-Copes (n. 1976), brasileño afincado en Francia y miembro fundador del Ensemble Krater del País Vasco, seguida de Something Out of Apocalypse, un homenaje a la película de Francis Ford Coppola Apocalypse Now, del compositor tolosano Pierre Jodlowski (1971), director asociado del estudio éOle y del Festival Novelum de Toulouse, en el que se escuchan cañonazos, gritos y guitarras saturadas de viejos fragmentos de acordeón rescatados de antiguas danzas de pueblo, de los que emerge con dificultad una voz en off. La tercera pieza es De l’intérieur, una furtiva página para acordeón microtonal y cinta magnética de 2021 de la catalana Nuria Giménez-Comas (nacida en 1980), alumna de Helmut Lachenmann, Michaël Levinas, Klaus Huber, Michael Jarrell y Luis Naon, y la pieza que da título a la velada, la poderosa Turn On, Tune In, Drop Out de 2014 de Alexander Vert, director del conjunto Flashback y profesor de composición en el Conservatorio de Perpiñán, todo ello interpretado con refinamiento por Fanny Vicens, que resaltó notablemente los ricos colores de su instrumento.
Ante una iglesia abacial abarrotada, el concierto de clausura reunió a los jóvenes músicos residentes y a sus mayores de las grandes falanges europeas en la Orquesta de Cámara del Festival Pablo Casals de Prades, bajo la firme y lírica dirección de Pierre Bleuse. Con un placer y un compromiso contagiosos, Bleuse dirigió un programa habitualmente dedicado a las falanges sinfónicas con más cuerdas, pero que bajo la batuta amplia y flexible de Bleuse, sonó lleno y denso, resonando como una gran orquesta en la acústica bien equilibrada de la Abadía de Saint-Michel-de-Cuxa.
El prólogo a un programa centrado en Chaikovski contó con un estreno mundial de Jean-Frédéric Neuburger (nacido en 1986). Célebre por sus inmensas cualidades como pianista, destacando en un vasto repertorio que abarca desde finales del siglo XVIII hasta nuestros días. Neuburger es también uno de los compositores más brillantes de su generación. Alumno de Michaël Jarrell y Luis Naon en la Haute Ecole de Musique de Ginebra, en 2015 la Orquesta Sinfónica de Boston y Christoph von Dohnanyi le encargaron una obra titulada Aube. Pierre Bleuse estrenó en público su Preludio para cuerdas, encargado por la NDR Elbphilharmonie Orchester de Hamburgo, pero no estrenado a causa del Covid-19. Compuesto durante la época del confinamiento en Francia, este preludio está marcado por la soledad y la carencia. De ahí los numerosos silencios. La obra se abre con breves exposiciones de quintas abiertas en las cuerdas graves, intercaladas con largos silencios, mientras que el discurso se desarrolla en una tensión extrema, en cuyo centro se encuentra un motivo eruptivo introducido por el primer violonchelo. La partitura se despliega sobre un amplio ámbito, apuntalado por el registro oscuro de los contrabajos que resuena en el registro agudo de los violines con su rara expresividad, mientras el tiempo se alarga en el dolor y la desolación.
El homenaje más alegre a Mozart de las Variaciones rococó para violonchelo y orquesta de Chaikovski fue suntuosamente interpretado por la violonchelista rusa Anastasia Kobekina, cuyos tonos amplios, alternativamente brillantes y tenues, fueron acompañados por una musicalidad extrema y una técnica infalible. La orquesta, hábilmente dirigida por Pierre Bleuse, ambientó la escena con sus joyas de colores. La segunda parte estuvo dedicada a la Sexta sinfonía de Chaikovski. A pesar del reducido número de cuerdas, Pierre Bleuse consiguió recrear los colores, el ímpetu, la energía vital de una loca carrera hacia el abismo (deslumbrante el Molto vivace), la nostalgia, la angustia, la desolación con unos solos de calidad ejemplar, mientras Pierre Bleuse demostraba cuánta afinidad tiene con esta partitura tan a menudo denigrada por el mundo de la creación contemporánea.
Bruno Serrou
1) CD Eole Records