Paul Hindemith, el compositor velocista

Si hoy sugerimos a nuestros lectores la escucha de la Trauermusik de Paul Hindemith no es sólo por la belleza de la partitura o porque su contenido (“Música fúnebre”) está en sintonía con estos tiempos aciagos, sino porque se trata en muchos aspectos de una obra única en la historia de la música. El 21 de enero de 1936, Hindemith estaba en Londres para interpretar su concierto Der Schwanendreher con la Sinfónica de la BBC bajo la batuta de Adrian Boult. Por la mañana llegó a los estudios de la BBC y allí se enteró de que la noche anterior había fallecido el rey de Inglaterra, Jorge V. La facilidad de Hindemith a la hora componer era tan proverbial como la de Mozart o Schubert; ni corto ni perezoso, el músico alemán se puso a escribir una pieza conmemorativa para viola y orquesta de cuerda.
En tan sólo seis horas (de 11h. a 17h.) surgió la Trauermusik, que fue estrenada aquella misma noche por la Sinfónica de la BBC, Boult y el propio Hindemith tocando la parte de la viola solista. La Trauermusik no tiene así sólo la peculiaridad de haber sido escrita en un tiempo récord, sino también la de haber sido estrenada el mismo día en que fue compuesta. Se trata de una obra de alrededor de nueve minutos de duración y en cuatro movimientos, el último de los cuales cita el coral “Für deinen Thron tret’ ich hiermit”, ya utilizado por Bach. Debido quizá a las circunstancias en las que fue concebida, es una de las páginas más asequibles y emotivas de Hindemith.