PARÍS / Hermoso homenaje a Péter Eötvös por sus 80 años
París. Philharmonie/Cité de la Musique (sala de conciertos), IRCAM (Espacio de proyección), Maison de la Radio (Auditorio). 10/18-II-2024. Solistas vocales e instrumentales, Escolanía y Coros de Radio France. Ensemble Intercontemporain, Orquesta Filarmónica de Radio France. Dirección: David Robertson, Gergely Madaras.
A pesar de su enfermedad, que le ha impedido participar directamente en las festividades que le dedicaban las instituciones parisienses con las que trabaja, Péter Eötvös pudo asistir desde su domicilio en Budapest al homenaje que le dedicaba por sus 80 años la ciudad que vio sus comienzos como director de orquesta y como compositor de altura internacional.
En primer lugar, la Cité de la Musique, donde reside el Ensemble Intercontemporain del que fue director musical entre 1979 y 1992 y en el que sucedió al fundador, Pierre Boulez. A falta de su presencia, Péter Eötvös (que nació el 2 de enero de 1944), fue sustituido con maestría por su inmediato sucesor a la cabeza del EIC hasta el año 2000, David Robert, gesto dúctil y preciso, en un estreno mundial de Clara Iannotta (nacida en 1983) y especialmente con cuatro obras admirables de Eötvös, entre ellas tres estrenos franceses de dos piezas solistas llenas de poesía, de inventiva, de ritmos trepidantes, una para contralto interpretada por Odile Aubois, magistral, Adventures of the Dominant Seventh Chord, originalmente para violín. Otra para clarinete, Joyce, inicialmente compuesta para soprano (o clarinete) y cuarteto de cuerda alrededor del tema de La Odisea, un encargo de Madrid, donde se estreno en 9 de febrero de 2019. Se trata de una reducción para clarinete solo del primer movimiento dedicado a Jörg Widmann, en que se añaden gestos musicales virtuosos al original, tocada en París por Martin Adámek, vivaz y seguro. Lo esencial del concierto fue la brillante Fermata (2021) y la encantadora Chinese Opera, primera gran partitura de Eötvös, resultado de un encargo de Boulez por los diez años del EIC, que brilló muy ampliamente.
El segundo concierto lo organizaba el IRCAM al final de un coloquio internacional de tres días dedicado a la obra de Péter Eötvös, animado por la musicóloga húngara Marta Grabocz. Se homenajeaba ahora al autor de música de cámara y al pedagogo, con los solistas del EIC. Estaba Eötvös de paso por París con Stockhausen para dirigir Hymnen, para orquesta y cinta magnetofónica, lo que en la época era algo poco corriente entre los directores, y al terminar uno de los ensayos se topó con las propuesta de Pierre Boulez de dirigir musicalmente el EIC. Fue así como empezó una estrecha colaboración de doce años, lo que al mismo tiempo puso término a la colaboración con su mentor, Stockhausen. Los solistas del EIC fueron intérpretes de obras puramente acústicas, y dedicadas solo a las cuerdas. La primera, Trio de cuerdas in memoriam Christophe Desjardin para violín, viola y violonchelo, se había estrenado en 2020 en el Théâtre du Châtelet, la segunda tuvo su estreno mundial el 15 de febrero de 2022 en la Academia de música Franz Liszt de Budapest. En esta partitura, Eötvös celebra la memoria de su amigo Christophe Desjardins, viola del EIC, fallecido en 2020. A imagen del dedicatario, la escritura de la obra es refinada, de intensa expresividad, un recorrido por la totalidad de los registros expresivos de cada instrumento, que nos dejan oír insólitos glissandi interpretados por Hae-Sun Kang, John Stulz y Renaud Déjardin. En la segunda partitura, a Call, para violín solo, el compositor adopta la forma tema y variaciones virtuosas, y juega con la percepción y las reacciones del instrumentistas y del público ante las estructura de la obra, inspirada por un verso del Ulises de James Joyce, y que se basa en una llamada, “pura, punzante y larga” como un canto de sirena. Al tocar con presteza, Hae-Sun Kang restituía el tono solemne.
Como cierre del tríptico-homenaje a Péter Eötvös Radio France dio un concierto en que se juntaron la Escolanía, el Coro y la Orquesta Filarmónica de Radio France, con un programa monográfico dirigido con brillantez por el húngaro Gergely Madaras. Como todo compositor húngaro, Péter Eötvös, maestro en el género operístico con trece obras para el género en su catálogo, se interesa de manera especial por la voz, incluidos las escolanías infantiles y los coros de adultos. Abrieron el programa dos piezas a capella para niños. La primera es una obra de juventud que Eötvös compuso en 1956 cuando él mismo cantaba en una escolanía, Egyedül (Soledad), que expresa bien el espíritu profundamente melancólico del joven compositor. Eötvös recuperó la partitura en 2001, la revisó para su estreno en 2002 y, más tarde, en 2006, la dedicó “in memoriam Zoltán Kodály”, quien le había permitido ingresar en la Academia Franz Liszt de Budapest. La Escolanía de Radio France interpretó esta obra de juventud en una traducción francesa. Fue en francés la lengua en que Eötvös compuso para la Escolanía de Radio France, a la que se los dedicó, los Trece Haikus inspirados en animales de las ciudades y los campos, Ruiseñor, Alondra, Gorrión, Mariposa y Rana, ecos de la atracción que ejerce sobre el compositor la cultural japonesa medieval, descubierta en los años 1960 con Stockhausen, y que le inspiró As I crossed a bridge of dreams y Lady Sarashina.
La partitura de los Haikus está llena de humor, de guiños a la naturaleza y a Oriente, a la vez que es maravillosamente apta para el canto, suscitando un placer compartido por los jóvenes cantantes y el público, mientras el compositor se zambulle igualmente en el universo madrigalista del Renacimiento italiano, que tan caro le es, y el enamorado de las lenguas se expresa plenamente mediante juegos y repeticiones de palabras que trata hasta transformarlas en fonemas, a imitación de la fonología nipona; el hombre de teatro que es Eötvös concluye con cruces de ranas después de haber imitado cantos y expectoraciones de pájaros, ruidos de pájaro carpintero, añadiendo gestos y mímicas que con toda claridad encantan a los niños, dirigidos con brillantez por Sofie Jeannin… El segundo estreno fue el Concierto para arpa y orquesta, interpretado por su dedicatario, Xavier de Maistre. La obra encadena tres movimiento vivo-lento-vivo y cuenta con dos cadencias, la primera ya en la introducción, la segunda al término del finale, mientras que en el centro Eötvös se coloca bajo la tutela de Ravel. La contemporaneidad de la obra se asienta en la escritura, los efectos de juego y sonoridades del arpa concertante, que pasa acto seguido a reverberación, eco o diálogo a través de los atriles de la orquesta, glissandi, juego cercano a la tabla de armonía, golpes en las maderas, resonancias de los armónicos, arranques de las cuerdas, explotación de los registros de timbres y de técnicas, empleo de la scordatura en cuarto de tono, logrando con todo ello unos colores desconocidos.
Este homenaje concluyó con una gran partitura de 55 minutos, en primera audición francesa. Un gran oratorio titulado Holleluja-Oratorium balbulum, retrato de nuestro tiempos con humor cáustico, incluso desesperado, lleno de reminiscencias del pasado, para recitador, un ángel mezzosoprano, un profeta tenor que tartamudea, un coro mixto jubiloso y una gran orquesta con abundancia de colores. Es una composición de 2015 fruto de un encargo del Festival de Salzburgo, un oratorio estrenado en 2016 por la Filarmónica de Viena y el Coro de la Radio húngara, dirigido por Daniel Harding. Los fragmentos del texto los escribieron originalmente en húngaro Péter Eötvös y el poeta Péter Esterházy, fallecido el 14 de julio de 2016, se tradujeron al alemán para el estreno y más tarde al francés para este concierto; se divide en cuatro partes con una música poderosa, irónica, trufada de préstamos de los aleluyas más o menos célebres asociados a otras referencias, desde Monteverdi a Bartók, incluso a los Beatles… La mezzosoprano alemana Katharina Kammerlohrer es un ángel de voz afrutada que se impone con gran seguridad a las aristas de la orquesta; el tenor francés de origen armenio Artavazd Sargsyan balbucea de manera virtuosa con su voz en sobreagudo; y el actor Lambert Wilson es un narrador especialmente cáustico, mientras que el Coro de Radio France canta con gran resolución. Con su batuta precisa, Gergely Madaras dirigió una esplendorosa Orquesta Filarmónica de Radio France.
Bruno Serrou