Múnich considera que no tiene que indemnizar a Gergiev por haberlo despedido
El despido de Valery Gergiev como director titular de la Orquestra Filarmónica Rusa, tras negarse a condenar la guerra iniciada en Ucrania por su amigo Vladimir Putin, sigue dando que hablar. El bufete de abogados que defiende los intereses del Ayuntamiento de Múnich, del que depende económicamente la orquesta, ha recomendado a este que no abone ningún tipo de indemnización por la destitución, pues “sus acciones a favor de Putin han desprestigiado a la ciudad”. Gergiev ha sido director titular de la Münchner Philharmoniker durante casi siete años.
Aunque no se han revelado las cifras de contrato que unía a Gergiev con la Münchner Philharmoniker, se especula con que este estaba entre los dos y tres millones de euros por temporada. Dado que la vigencia de dicho contrato era hasta el verano de 2025, en lucro cesante sería, en un cálculo a la baja, de seis millones euros. Eso, sin tener en consideración eventuales compensaciones adicionales por el despido.
Tras el despido, el Comité de Cultura del Ayuntamiento de Múnich se ha reunido esta semana para evaluar la situación. Anton Biebl, asesor de este organismo, ha defendido la colaboración con el director ruso durante estos siete años: “Quien diga que nunca deberíamos haber mantenido esa colaboración con Gergiev lo hace con el conocimiento de lo que está sucediendo hoy, a la vista de una invasión bélica de Rusia en Ucrania que nadie podría haber imaginado antes. Pensábamos que podríamos haber enfatizado nuestro diálogo con Gergiev, pero fracasamos en esa idea”. El Ayuntamiento de Múnich, al frente del cual está Dieter Reiter, ha reconocido que “como embajador musical de la ciudad, Gergiev se había convertido en algo insoportable”.
Según esos informes jurídicos, la ciudad espera no tener que pagar a Gergiev ninguna indemnización por despido improcedente, ya que Gergiev sigue dirigiendo en Rusia como alternativa y, por consiguiente, no está sufriendo grandes pérdidas económicas. Fuentes municipales aseguran que la relación contractual con Gergiev estaba “bastante bien regulada”. El contrato de Gergiev era de servicio, por lo cual no puede considerarse que sea un empleado municipal. Esa condición de trabajador eventual propiciaría una automática rescisión contractual en caso de que la ciudad se viera amenazada con una pérdida de reputación, como ha ocurrido. “Como representante de la ciudad de Múnich, tenía una posición destacada como embajador. Pero el señor Gergiev ha demostrado que su amistad con Putin está por encima de nuestros valores. Defendemos la libertad, la democracia y la humanidad, por lo que tanto la ciudad de Múnich como su orquesta estamos al lado de nuestra ciudad hermana de Kiev”, señalan fuentes municipales.
Tras el despido de Gergiev, los rectores de la Orquesta Filarmónica de Múnich ya han designado a los directores que se harán cargo de esta en los próximos conciertos. El austriaco Manfred Honeck lo hará el 17 y el 18 de marzo, en Múnich, y el 20 en Viena, para ofrecer la Octava sinfonía de Bruckner. El letón Andris Nelsons se encargará de dirigirla los días 19 (Múnich), 21 (Viena) y 22 (Fráncfort), con la Quinta sinfonía de Prokofiev y el Concierto para piano nº 3 de Rachmaninov, en el que Yefim Bronfman actuará de solista.