Muhly, Glass… y Kuusisto

FIRST LIGHT: Obras para violín y orquesta de cámara de Nico Muhly y Philip Glass. Pekka Kuusisto, violín y dirección. Norwegian Chamber Orchestra / Pentatone
En una década en la que ningún compositor está escribiendo nuevas sinfonías -desalentados, sin duda, por las limitaciones de interpretación impuestas por la Covid-, los melómanos debemos conformarnos con nuevos conciertos para violín encargados por gente como Patricia Kopatchinskaya y Pekka Kuusisto. El virtuoso finlandés acaba de estrenar y grabar el encargado por él a Nico Muhly, un compositor neoyorquino y antiguo asistente de Philip Glass, completando el álbum con obras de su maestro minimalista.
He de confesar que, antes de empezar a escuchar el CD, temía que todo sonara igual y predecible; sin embargo, me encontré con una agradable sorpresa, y, de hecho, con más de una. El concierto de Muhly, titulado Shrink, contiene los prescriptivos patrones repetitivos, pero están mitigados por un impulso constante que nos empuja hacia una conclusión llena de acontecimientos. Trazas de bergianas asperezas mezcladas con el bluegrass norteamericano agitan una fina espuma de himnos anglicanos que acechan en algún lugar de la cripta. Hace tiempo que admiro el eclecticismo de Muhly, que abarca desde la polifonía tudor hasta la atonalidad posmoderna, y este concierto marca un nuevo paso adelante, tanto espacial como temporal. Kuusisto, no hace falta añadirlo, es un virtuoso capaz de hacer que cualquier nueva pieza parezca fácil.
Aquellos que critican a Philip Glass no debería tirarle piedras (eso no hace más que animarlo). Muhly y Kuusisto hacen aquí un breve recorrido por una partitura cinematográfica de Glass (The Screens), y Kuusisto crea una nueva partitura para la Orquesta de Cámara de Noruega con una configuración ampliada del tercer cuarteto de cuerda de Glass, una meditación fílmica sobre la vida y la muerte violenta del novelista japonés Yukio Mishima. No quiero faltar al respeto a Glass si digo que es mejor compositor de lo que suele parecer. La inteligencia musical es muy aguda. Si tan sólo cambiara la melodía de vez en cuando…