Muere el productor discográfico Nikos Velissiotis, rey de los sellos ‘pirata’ durante los años noventa
El pasado 23 de julio falleció en Milán el crítico y productor de origen griego Nikolaos (o ‘Nikos’) Velissiotis, figura de gran importancia en el ámbito de la producción discográfica independiente durante la última década del pasado siglo. Velissiotis fue cofundador a mediados de la década de los ochenta de la revista italiana ‘Musica’, pero sobre todo será recordado por haber creado y dirigido algunos de los más notorios sellos discográficos de los llamados ‘históricos’ (o ‘piratas’), que alcanzarían un estatus legendario en el corazón de muchos melómanos y buscadores de rarezas y tesoros clásicos a finales de la pasada centuria.
Formado en los años ochenta como ingeniero de sonido en la RAI de Milán, y más tarde en el sello Fonit Cetra a las órdenes de la no menos legendaria Ina del Campo, Velissiotis creó a principios de la década de 1990 el sello ‘Hunt’, que más tarde se renombraría como ‘Arkadia’ (y, todavía más tarde, ‘Agorá’) en el cual aparecerían decenas (centenares, de hecho) de grabaciones no oficiales, en muchos casos tomas clandestinas realizadas ‘in situ’ por simples aficionados, protagonizadas por las más grandes figuras de la música clásica del siglo XX.
Gracias a la incansable tarea de rastreo realizada por intrépidos arqueólogos fonográficos como Velissiotis, los melómanos más entusiastas tuvieron acceso, durante la década dorada de los noventa, a registros inéditos o simplemente desconocidos de leyendas como Maria Callas (la gran adoración de Velissiotis), Wilhelm Furtwängler, Hans Knappertsbusch, Arturo Toscanini, Sergiu Celibidache y una interminable lista de nombres rutilantes de la interpretación clásica, tanto en el ámbito de la ópera como de la música sinfónica, de cámara y solista. En algunas ocasiones, tales registros daban testimonio de interpretaciones que sus protagonistas jamás habían grabado en estudio, cubriendo de ese modo lagunas esenciales en la discografía de tales artistas, y ampliando con ello nuestro conocimiento directo de su arte.
En muchos casos, las grabaciones editadas por Velissiotis rebasaban los límites legales establecidos por las leyes de protección de los derechos de autor, razón que explica el frecuente cambio de nombre de sus aventuras discográficas. También en numerosas ocasiones, las tomas sonoras no pasaban del nivel puramente amateur (otras, procedentes de grabaciones radiofónicas, presentaban una calidad sorprendente). En todo caso, gracias a los empeños y afanes realizados por intrépidos bucaneros como el carismático Velissiotis, el melómano pudo ampliar de manera exponencial su acceso al arte de sus ídolos musicales. En especial, nuestro conocimiento directo del arte de Callas, Furtwängler o Knappertsbusch sería infinitamente más pobre sin los registros exhumados por Nikos Velissiotis. αντίο νίκος