Muere el legendario bajo-barítono Theo Adam

[dropcaps type=’normal’ font_size=’65’ color=’#ed145b’ background_color=” border_color=‘’]E[/dropcaps]l legendario bajo-barítono alemán Theo Adam falleció ayer, a la edad de 92 años, según ha comunicado esta tarde su familia. Nacido en Dresde el 1 de agosto de 1926, empezó su gloriosa carrera en 1949 al interpretar el papel del Ermitaño en el Cazador furtivo de Weber. Tres años después, hizo su debut en Bayreuth y desde entonces ligó para siempre su nombre a los papeles wagnerianos. Formó parte de la Ópera Estatal de Berlín desde 1953 y actuó en los más importantes teatros internacionales hasta debutar, en 1969, al Metropolitan de Nueva York en el rol de Hans Sachs. Se retiró en 2006, cantando el mismo papel (el Ermitaño) y en el mismo lugar (la Ópera de Dresde) donde movió sus primeros pasos. Rememoró su longeva carrera en dos libros: Seht, hier ist Tinte, Feder, Papier …: Aus der Werkstatt eines Sängers (1980) y Die hundertste Rolle, oder, Ich mache einen neuen Adam (1987)
Su extensión vocal le permitió abarcar papeles de barítono y de bajo. En las décadas de los 60 y los 70 fue una de las más importantes voces wagnerianas, si bien despuntó también en otros autores y repertorios (Mozart, Strauss, Weber, Verdi) sin descuidar la música del siglo XX (Dr. Schön en Lulu de Alban Berg, Prospero en Un re in ascolto de Luciano Berio).
A su notable poderío vocal añadió también una imponente presencia escénica. Quienes no tuvieron la suerte de escucharlo en vivo pueden acudir al disco, pues Adam dejó sobrado testimonio de sus facultades gracias a una actividad discográfica conspicua tanto por calidad como por cantidad. Fue, por ejemplo, el Holandés bajo la batuta de Klemperer, Hans Sachs con Karajan y Knappertsbusch, aunque su papel fetiche acaso sea el de Wotan, que nos ha legado gracias a su participación en el Anillo dirigido por Karl Böhm en el Festival de Bayreuth de 1967.