Muere Claudio Cavina, la voz del madrigal
Ayer, 30 de agosto, murió a la edad de 58 años el contratenor Claudio Cavina. Su nombre queda grabado en la historia de la interpretación del madrigal como fundador y director del conjunto La Venexiana. Nacido en 1962, estudió en Bolonia y posteriormente se perfeccionó con René Jacobs en Basilea. Después de actuar en destacados grupos de música antigua (Concerto Italiano, Concerto Köln, Huelgas Ensemble, Colombina, Europa Galante), fundó en 1995 el suyo propio, La Venexiana, junto con la soprano Rosanna Bertini.
Cavina sufrió un ictus en la Nochebuena de 2016, en su domicilio. Como vivía solo, tardaron dos días en encontrarlo. Se encontraba tirado en el suelo y fue trasladado en estado crítico a un hospital, en cuya UCI permaneció varios meses. Salvó la vida de forma milagrosa, aunque quedó impedido para desarrollar una vida normal (iba en silla de ruedas).
Al frente de La Venexiana, emprendió una ambiciosa serie de grabaciones, primero en los sellos Opus 111 y Cantus, y finalmente en Glossa, donde se concentra la parte más conspicua y decisiva de su legado. En su discografía un nombre sobresale por encima de todos, el de Claudio Monteverdi, de quien Cavina grabó los nueve libros de madrigales, las tres óperas (Orfeo, Ritorno d’Ulisse in patria, Incoronazione di Poppea) y la integral de la Selva morale e spirituale. Pero la actividad de La Venexiana se extendió a toda la última etapa del madrigal italiano (entre finales del siglo XVI y principios del XVII), dejando versiones no menos referenciales de autores como Gesualdo, Marenzio, Wert, D’India, Strozzi y Luzzaschi, y se centró también en otros protagonistas del barroco veneciano (Cavalli, Gasparini, Marcello).
Sus grabaciones gozaron de los máximos reconocimientos de la crítica y consiguieron familiarizar al gran público con el repertorio del madrigal.