Muere a los 71 años el pianista húngaro Jenő Jandó
Cuando el sello Naxos Records empezó su andadura a finales de los años ochenta, encontró en el pianista húngaro Jenő Jandó un factótum capaz en pocos años de cubrir una inmensa porción de repertorio pianístico. Jandó fue en efecto uno de los pianistas más prolíficos en cuanto a actividad discográfica. Para Naxos, grabó la integral de las sonatas para piano de Beethoven, la integral de los conciertos y sonatas para piano de Mozart, las sonatas de Haydn y la mayor parte de las de Schubert. Además de desempeñarse con tino en Bach, Liszt, Schumann, Brahms o Bartók, mostró también sus dotes como músico de cámara al lado de la violinista Takako Nishizaki y la violonchelista Maria Kliegel.
Nacido en Pécs en 1952, Jandó estudió en la Academia Franz Liszt de Budapest con Pal Kadosa y formó parte de una extraordinaria generación de pianistas húngaros junto a András Schiff, Zoltán Kocsis y Dezsö Ranki. En la primera mitad de los años setenta, logró importantes galardones internacionales en el Concurso Cziffra de Versailles (1972), el Concurso de la Radio Húngara (1973) y el Premio Dino Ciani en Milán (1975). Sin embargo, la verdadera notoriedad le llegó dos décadas más tarde a través de sus numerosos registros para el sello Naxos. En 1997, recibió el Premio Kossuth, la máxima distinción que concede el Estado Húngaro.
Jandó murió ayer, 4 de julio, en Budapest a la edad de 71 años.