MILÁN / Un prodigioso Kirill Petrenko en el foso del ‘Caballero de la rosa’
Milán. Teatro alla Scala. 12-X-2014. Krassimira Stoyanova, Günther Groissböck, Kate Lindsey, Michael Kraus, Sabine Devieilhe. Director musical: Kirill Petrenko. Director de escena: Harry Kupfer. Strauss: Der Rosenkavalier.
El regreso del Caballero de la Rosa de Strauss a la Scala llamó especialmente la atención por la presencia en el podio de Kirill Petrenko, el director de la Filarmónica de Berlín, que por primera vez se ponía al frente de la orquesta del teatro milanés, donde hasta ahora sólo se le había escuchado en un concierto al frente de una orquesta invitada. En Italia, ha dirigido en varias ocasiones a la Orquesta Nacional de la RAI y a la de Santa Cecilia, formaciones que habían establecido una relación con él cuando aún no tenía el renombre internacional de hoy. Años atrás, la Orquesta Nacional de la RAI (con sede en Turín) le llamó para sustituir a Sinopoli en un Caballero de la Rosa en versión de concierto y Kirill Petrenko, entonces poco conocido, causó una impresión extraordinaria. Tras hacerse muy famoso, no dudó en volver a Turín en un par de ocasiones. Ahora, en La Scala, no ha defraudado las altísimas expectativas: no han faltado directores ilustres en Milán para la comedia de Hofmannsthal y Strauss, pero la presencia de Petrenko en el podio sólo admite comparaciones al más alto nivel (entre los que he podido escuchar en este teatro, sólo podría citar a Carlos Kleiber en 1976) por la increíble riqueza y variedad de colores, por el refinamiento y por la belleza del sonido de la orquesta, quizás sobre todo por la naturalidad con la que propuso el desarrollo de la comedia en la continuidad del flujo musical, en los pasajes de lo cómico a lo melancólico, en las sombrías reflexiones de la Mariscala sobre el paso del tiempo o en la magia de los momentos encantados de la pareja Octavian-Sophie.
Como ocurre siempre que Petrenko dirige, el sonido parecía tener una transparencia particular en ciertos momentos. Siempre impecable fue la atención a las voces, que formaron en conjunto un conjunto relevante y equilibrado. Volvió a escucharse a Krassimira Stoyanova como una noble Mariscala, bien acompañada por Kate Lindsey como Octavian, Günther Groissböck como Ochs y Sabine Devieilhe como Sophie. También hay que elogiar a Michael Kraus como Faninal y a los numerosos comprimarios, entre los que el Tenor italiano (propiamente «un cantante») fue Piero Pretti. El montaje contó con la cuidada dirección escénica del fallecido Harry Kupfer (en reposición de Derek Gimpel), los decorados de Hans Schavernoch y la ambientación en la Viena de la época en que se compuso el Rosenkavalier.
Paolo Petazzi
(foto: Brescia – Amisano © Teatro alla Scala)