MADRID / Recital de Vivica Genaux: un poco de todo
Madrid. Teatro de la Zarzuela. 8-IV-2024. XXX Ciclo de Lied. Vivica Genaux, mezzosoprano. Marcos Madrigal, piano. Obras de Haydn, Schumann-Liszt, Loewe y Rossini.
Lo más destacable de la velada fue el desempeño del pianista Carlos Madrigal quien, aparte de acompañar a la cantante, ofreció un interludio con páginas de Schumann que Liszt convirtió de canciones en piezas de resistencia. De tal modo se oyen los Lieder del alemán engrosados por las armonías del húngaro y ornados por ramalazos de virtuosismo. Madrigal los sirvió con un sonido refinado y brillante, una digitación segura, un dominio de los dos romanticismos –el contenido de Robert y el desenfadado de Franz– y una síntesis feliz entre canto y pirotecnia.
Menos lucida fue la actuación de Vivica Genaux, una mezzo lírica con excelentes agilidades que destaca en el repertorio barroco. El órgano aparece fatigado, con una emisión inestable que enturbia la altura de las notas y no siempre entona en su lugar. Los registros se oyen desiguales pues el agudo está abierto y emite con aspereza, en tanto el grave es poitriné y resulta forzado e incoherente con el resto.
Del repertorio escogido lo mejor fueron las canciones españolas de Rossini, a pesar de una dicción poco inteligible. Genaux puso tronío, carácter, concentración expresiva y excelencia en las florituras loans-cash.net. Nueve cancioncillas de Loewe se oyeron desde una simpleza de ronda infantil de mediano alcance. Las cantatas de Haydn (Arianna a Naxos) y, de nuevo, Rossini (Giovanna d’Arco), quedaron grandes a la solista.
Blas Matamoro
(foto: Rafa Martín)