MADRID / Paganini con ‘scordatura’
Madrid. Auditorio Nacional. 19-X-2021. Ciclo Hispania Conciertos. Mario Hossen, violín. London Philharmonic Orchestra. Director: Alexander Zemtsov. Obras de Rossini, Paganini y Chaikovski.
Inauguración de un nuevo ciclo de conciertos que aspira a completar el hueco de los grandes conjuntos internacionales en España, Hispania Conciertos, que ha comenzado trayendo a la London Philharmonic Orchestra. No solo es una de las principales formaciones británicas, sino que aquí ha demostrado, con pandemia, Brexit y todo que está en muy buena forma, pues ha tocado de manera excelente. La dirigía un director de carrera ascendente, Alexander Zemtsov, muchos años vinculado como viola a esta orquesta. Zemtsov es un buen músico y un director flexible. Abrió con una dinámica versión de la obertura de La Cenerentola de Rossini, y cerró con una amplia selección de El lago de los cisnes de Chaikovski. Y en ambas piezas mostró ductilidad y gran capacidad para los contrastes dinámicos.
El máximo interés se centraba en la interpretación, por vez primera en España, de la versión original del Concierto nº 1 de Paganini. La obra es bien conocida en su versión en Mi bemol mayor tocada habitualmente, pero la musicología ha demostrado que la primera versión era otra en la que la orquesta mantenía esa tonalidad, usando el violín scordatura. Es decir, se afinaba de otra manera, subiendo las cuerdas medio tono. La técnica es completamente distinta y mucho más difícil que en la versión habitual, de por sí diabólica. La tensión expresiva y la tímbrica no solo son completamente diferentes, sino mucho más interesantes.
Paganini desechó esta versión probablemente porque excedía en dificultad a lo que los violinistas de entonces podían hacer. Incluso hoy día se necesita de un solista excepcional para enfrentarse a ella. Y lo hubo. Era el austrobúlgaro Mario Hossen, realmente un violinista fuera de serie. La técnica es esplendorosa, la afinación infalible, pese a los peligros en que la scordatura mete al músico, pero además no se limita a una explosión pirotécnica, sino que hace música de verdad. Magnífica la lección violinística dictada por este artista en el escenario del Auditorio Nacional.
Todo el concierto tuvo un gran éxito y al final se arrancaron dos propinas. La verdad es que el entusiasmo fue merecido. Buena cosa, pues así el nuevo ciclo empieza con gran categoría y eso es sin duda un impulso importante para su continuidad. Les deseamos suerte, ya que realmente la necesitan. Pero no está nada mal esta nueva posibilidad de grandes conciertos internacionales en España.
Tomás Marco