MADRID/ La Ritirata ofrece una exquisita lectura del ‘Arte de la Fuga’
Madrid. Fundación BBVA. 03-II-2024. La Ritirata. Miriam Hontana, violín y viola; Tamar Lalo, flautas de pico; Daniel Oyarzabal, clave; Josetxu Obregón, violonchelo, violoncello piccolo y dirección. Bach: El arte de la Fuga, versión original del manuscrito autógrafo P200.
Antes de comenzar el concierto, Josetxu Obregón ofreció una didáctica explicación del Arte de la Fuga y de la versión que iban a ofrecer con el auxilio al clave de Daniel Oyarzabal, que ilustró sucesivamente el tema musical de la obra, el inverso y algunas otras elaboraciones sobre éste. Son dignos de elogio ese afán pedagógico y la manera de compartir con los asistentes su reverencia y pasión por este monumento musical, un compendio del contrapunto en el que Bach trabajó durante una década para explorar en profundidad todas las posibilidades contrapuntísticas inherentes a un único tema musical hasta límites milagrosos. También es muy loable el enfoque de La Ritirata en sus conciertos, ya que siempre aborda programas con obras poco transitadas o en versiones diferentes, como en este caso.
La Ritirata nos ofreció una intensa interpretación de la versión recogida en el manuscrito autógrafo de signatura Mus. EM. autogr. P 200 de la Biblioteca Estatal de Berlín, que fue escrito por el yerno de Bach, Johann Christoph Altnickol, y que contiene doce fugas sin título y dos cánones dispuestos en un orden diferente al de la primera edición impresa que ordenó CPE Bach, con la ausencia del Contrapunctus 4 y de los canones alla décima y alla duodecima. En el tercer anexo aparece la mítica fuga incompleta sobre tres sujetos. Por otro lado, presenta este manuscrito algunas características diferentes, como, por ejemplo, unas versiones más cortas y algo distintas en los tres primeros contrapuntos.
El concierto empezó algo frío durante los tres primeros contrapuntos —Contrapunctus 1, 3 y 2, en el orden del autógrafo—; en los dos primeros, con la combinación flauta tenor, viola, violonchelo y clave, los músicos todavía se intentaban acostumbrar a la acústica y al espacio, la polifonía no acaba de encajar en las cuatro voces y las piezas se caían en cierto modo, especialmente Miriam Hontana empezó algo desubicada con su viola, con algunos desajustes. En el tercero, con la combinación de violín, clave y violonchelo, todavía el violín de Hontana tenía algunos desacoples y algunos problemas en los fraseos.
Todo eso iba a cambiar, y de qué manera. La primera intervención en solitario en el Contrapunctus 5 de un inspiradísimo Oyarzabal, con el excelente sonido de su clave, copia del magnífico instrumento del constructor alemán Christian Vater, creó un punto de inflexión; Oyarzabal abordó el contrapunto con un gran sentido del tiempo y de las pausas, con el ritmo adecuado en el sujeto de la fuga y gran claridad polifónica de las voces. Y a partir de ahí, la interpretación de los músicos se transformó, con mucha concentración, sutilidad en los fraseos y en el equilibrio de las voces de la polifonía, y especialmente en la expresiva sensibilidad y colorido tímbrico en la lectura del contrapunto.
Después de un excelente Contrapunctus 9 a 4 alla Duodecima, con violín, flauta alto, violonchelo y clave, con unas matizadas y sutiles entradas de las voces y una parte especialmente profunda desarrollada por el violonchelo de Obregón, nos brindaron una versión sumamente ornamentada y bella del Contrapunctus 14 a 4, junto a una elabora y equilibrada versión del Contrapunctus 6 a 4 in Stylo Francese, donde escuchamos por primera vez al violonchelo piccolo, acompañado de una flauta sopranino, viola y clave. También excelente fue la interpretación del Contrapunctus 7 a 4 per Augment et Diminut, con el clave a dos voces y la viola trabajando las aumentaciones y disminuciones junto al violonchelo.
El primer canon, Canon in Hypodiapason (que se corresponde con el Canon alla Ottava de la edición impresa), marcó el carácter que le quiso dar La Ritirata a menudo a estas piezas, con la flauta de pico como primera voz, para marcar en cierto modo el carácter más arcaico de esta forma, junto al clave, en este caso. La expresividad de Tamar Lalo con las flautas y su naturalidad en los fraseos es digna de elogio. El siguiente Contrapunctus 8 a 3 lo interpretaron sin clave.
Uno de los momentos más memorables del concierto llegó con el Contrapunctus 11 a 4, interpretado de manera portentosa por Daniel Oyarzabal, con gran expresividad, claridad polifónica de las voces y un asombroso sentido de los tiempos. Oyarzabal desgranó mágicamente las voces de la fuga con articulaciones excelentes, con la solemnidad de los graves, la resonancia de los armónicos y la búsqueda del color adecuado con un sentido métrico impresionante. Hacía mucho tiempo que no escuchaba tocar así al clave un contrapunto del Arte de la Fuga.
El Canon in Hypodiatesseron, al roverscio e per augmentationem, sin número de catálogo y presentado en el manuscrito en dos y un pentagramas, nos mostró a un Josetxu Obregón muy expresivo con el violonchelo piccolo, plenamente concentrado, con un profundo sentido musical y una elaborada ornamentación, muy bien secundado de unas magníficas Lalo, con su flauta tenor, y Hontana, con la viola.
La interpretación de las siguientes piezas fue también excelente, con el magnífico Contrapunctus 12, cuya forma inversa de la fuga está escrita directamente debajo de la forma del recto, con un profundo violonchelo, las excelentes articulaciones de una Hontana ya plenamente brillante con su violín y un espléndido clave; o con el espectacular Contrapunctus 13 a 3, con violonchelo, clave y flauta tenor.
Después interpretaron la segunda versión del Canon en Hypodiatesseron que se encuentra en el Manuscrito P200, el Canon al roverscio et per augmentationem, con unos excelentes Hontana, al violín, y un portentoso Obregón con el piccolo, que fueron intercambiando las voces. Para terminar, interpretaron la inconclusa Fuga a tres sujetos, la mítica que termina con la introducción del tema BACH, con una interpretación concentrada, brillante y emocionante hasta llegar al abrupto vacío final.
Ante el entusiasmo del público, a modo de propina, interpretaron el coral original Wenn wir in höchsten nöten, que aparece al final de la edición impresa del Arte de la Fuga en una elaboración fugada de Bach.
En resumen, La Ritirata nos ofreció en el concierto un trabajo exquisito donde cuidó la tesitura de las voces y clarificó con su brillante interpretación las voces de la polifonía, para poder así apreciar con mucho acento de color detalles que a menudo pasan desapercibidos por el oído corriente, junto a una intensidad y expresividad encomiables.
Manuel de Lara