MADRID / Gustavo Gimeno culmina el cumpleaños de la OSM
Madrid. Auditorio Nacional. 13-IX-2024. 120º Aniversario de la OSM. Orquesta Sinfónica de Madrid. Director: Gustavo Gimeno. Gergana Gergova, violín. Obras de Chaikovski, Prokofiev, Falla y C. Halffter.
Orquesta titular del Teatro Real en la actualidad, la Sinfónica de Madrid no olvida sus orígenes sinfónicos que sigue cultivando en buena medida, como ha hecho ahora con un concierto extraordinario para festejar su 120º aniversario. Dirigía Gustavo Gimeno, hoy por hoy una de las más reconocidas e internacionales batutas española, y del encuentro entre orquesta y director surgió un concierto de calidad que realzaba verdaderamente el festejo.
Romeo y Julieta de Chaikovski se presta tanto a la exageración como a una profundización musical del mejor cuño y esta vez tuvimos la oportunidad de escuchar música verdadera, donde el orden no perjudicaba la emoción y donde una orquestación admirable podía lucir sin retorcimientos. Muy interesante la visión del Maestro y muy buena realización de la orquesta.
El Concierto para violín y orquesta nº 2 de Prokofiev fue estrenado mundialmente por esta orquesta con su titular Arbós y el violinista Robert Soetens (Madrid, 1-XII-1935); por ello resultaba de lo más coherente recurrir a esta página para la conmemoración. Gergana Gergova, concertino de la propia Sinfónica de Madrid y violinista de técnica muy pulida y buena capacidad sonora, se enfrentó a esta obra con virtuosismo y expresión mostrando un profundo conocimiento de ella. Su buen hacer y el impecable acompañamiento de Gustavo Gimeno hicieron que la versión fuera muy notable y pudiera llegar al público con una nitidez que no se logra siempre, ya que la obra es extraordinariamente difícil, problemática y poco lucida. Aquí sí brilló gracias al óptimo quehacer de solista, director y orquesta.
La segunda parte era de música española, algo a lo que la Sinfónica ha dedicado mucho esfuerzo desde su fundación. La versión instrumental de El amor brujo de Falla tuvo un alto interés pues la energía que posee estalló poderosa pero también se puso de relieve la impalpable poética de muchos otros momentos. Gran relevancia tenía la reposición de Tiento del primer tono y batalla imperial de Cristóbal Halffter, una de las obras españolas de la segunda mitad del siglo XX que más claramente ha entrado en los repertorios. La hemos escuchado a diversos directores y muchas veces al propio autor y a su hijo Pedro, pero aquí nos encontramos con una versión personal y coherente. Gustavo Gimeno extrajo muy bien la tensa emoción del Tiento, que a menudo se toma como una especie de introducción a la pirotecnia de la batalla pero que tiene una fuerte y emotiva calidad propia y prepara muy bien la segunda parte. Lució verdaderamente el díptico como lo que es, y no por ello perdió brillantez el estallido de la magníficamente instrumentada segunda parte de la pieza. Cabezón y Cabanillas ponen la primera sustancia, pero Cristóbal Halffter el talento creativo orquestal. Una versión que merecía la pena. Luego, tras el éxito innegable de todo el concierto, vino la propina de Triana de Albéniz/Arbós. Fue una sesión conmemorativa, pero también una velada de extraordinaria calidad.
Tomás Marco