LUGO / Steve Reich en el centro de una obra de arte total

Lugo. Auditorio Gustavo Freire. 11-IV-2023. Vertixe Sonora y alumnos de Cardinais – Academia Internacional Vertixe Sonora 22/23. Steve Reich: Music for 18 Musicians.
En los años fundacionales del ensemble gallego especializado en música actual Vertixe Sonora, le pregunté a una serie de compositores y directores con amplia experiencia en el repertorio contemporáneo qué obras recomendarían a un conjunto que se encontrase, como entonces Vertixe, en proceso de formación. Recuerdo conversaciones con Helmut Lachenmann, paseando por la desembocadura del Duero, en las que el genio alemán aconsejaba comenzar por la Segunda Escuela de Viena e ir afianzando la musicalidad del grupo con las obras más sustantivas de los siglos XX y XXI. Era ésta una opinión que compartía el director suizo Baldur Brönnimann, quien ponía como ejemplo de partitura que cohesionaría el pulso grupal de un ensemble una obra como Music for 18 Musicians (1974-76), del estadounidense Steve Reich, página crucial en el último cuarto del pasado siglo.
Pues bien, ocho años después de aquella conversación con Baldur Brönnimann, Vertixe Sonora llevó a su programación, en verano de 2022, Music for 18 Musicians, y lo hizo como parte de un proyecto educativo que no cabe más que alabar, rubricando el interés del conjunto gallego por la formación de las nuevas generaciones de intérpretes que el día de mañana tendrán la responsabilidad de dar continuidad al que es no sólo principal ensemble gallego de música actual, sino uno de los más destacados de España.
Tras el éxito del concierto celebrado el pasado 4 de septiembre en Santiago de Compostela, los músicos de Vertixe y los jóvenes intérpretes participantes en Cardinais (Academia Internacional Vertixe Sonora 22/23) se han vuelto a embarcar en la aventura de poner en escena una obra tan endiablada como Music for 18 Musicians, página que inauguró, el martes 11 de abril, la undécima edición del Ciclo de Música Contemporánea de Lugo MIHLSons-XXI. Un año más, este festival cuenta con la valerosa dirección de Diego Ventoso, percusionista de Vertixe que ha convertido MIHLSons-XXI en una cita muy atractiva donde se propicia un diálogo interdisciplinario como el que ha se ha producido en torno a Music for 18 Musicians, fusionando música, danza, fotografía, videocreación y gestión cultural bajo el epígrafe Universo Reich.
Como proceso formativo, una de las virtudes de Universo Reich ha sido poner a los alumnos de los conservatorios musicales, a los de danza y a los de arte y diseño en contacto con las distintas fases en las que se articula el desarrollo del proyecto: formación que integra aspectos logísticos no siempre atendidos en el currículum académico y cuyo dominio es crucial para el desarrollo de programas artísticos en un medio tan burocratizado y dependiente de las ayudas públicas como el español. Asimismo, esa apuesta por la interdisciplinariedad y el trabajo colaborativo no es una cuestión menor en territorios tan dados a convertirse —como diría Juan Goytisolo—, en reinos de taifas, como lo son nuestros conservatorios, de forma que cualquier iniciativa que llame al trabajo en equipo es digna de aplaudir.
Con veinte músicos involucrados en este proyecto, veintidós bailarines, veintiséis diseñadores gráficos, once diseñadores de interiores, quince técnicos en serigrafía y siete fotógrafos, todos ellos coordinados por Eva Valle, Natalia Crecente, Reyes González y Diego Ventoso, este Universo Reich ha superado nuestras expectativas, elevándose muy por encima de lo que cabría esperar de un proyecto formativo, para alcanzar, en cuanto a la interpretación de Music for 18 Musicians, niveles dignos de una grabación discográfica.
En el caso de los miembros de Vertixe Sonora y de los alumnos de la Academia Cardinais, esta experiencia les viene no sólo de su anterior interpretación de Music for 18 Musicians, sino de las muchas sesiones de ensayos durante los días previos al concierto. Desde los primeros compases hemos sido conscientes de que nos hallábamos ante algo realmente especial por el nivel de precisión técnica escuchado, así como por la puesta en valor de cuestiones no siempre realzadas en Music for 18 Musicians, como la sensualidad de esta página o su concepción estilística como cénit y cruce de caminos de diversas tradiciones culturales: desde la norteamericana a la europea, pasando por los muchos ecos de las músicas india e indonesia como se asoman a una partitura cuya reformulación del gamelán no es baladí.
Se hace difícil destacar alguna sección dentro de un conjunto tan cohesionado como el escuchado en MIHLSons-XXI, con una columna vertebral en la percusión de una seriedad y una precisión, en lo metronómico, apabullantes, pero también capaz de marcar capas de relieve, en lo dinámico y en lo tímbrico, muy disfrutables, de forma que los distintos acordes de Music for 18 Musicians se han hecho especialmente transparentes, desvelando la fuerte lógica estructural aplicada por Steve Reich a su partitura, así como la infinidad de matices que la hacen resplandecer y variar.
Otro aspecto no menor en esta interpretación fue su capacidad para recalcar las improntas de la música electrónica en Music for 18 Musicians, conformando, una y otra vez, ese palimpsesto de capas sinusoidales que confieren parte de su motilidad a la obra: aspecto en el que ha destacado la espacialización dentro del ensemble y su constante manejo del intercambio de acordes y ritmos entre las secciones del conjunto. Dichas oleadas y flujos armónicos se han enriquecido, muy especialmente, en el cuarteto vocal y en el dúo de clarinetes, con jóvenes instrumentistas que nos han impresionado por su nivel técnico, musicalidad y madurez.
Sara Pérez, Daniela Antunes, Laura Candame y Sara Reija conformaron un cuarteto que hizo de sus voces una sustancia prácticamente instrumental, perfectamente empastada con los restantes catorce músicos, así como estupendamente regulada su proyección y rangos dinámicos por el manejo del micrófono y su acercamiento/separación de la boca. Son voces que, asimismo, incorporan a Music for 18 Musicians cierto punto de libertad, sensualidad y ecos del movimiento hippie, diversificando estilísticamente esta versión lucense con gran criterio.
Lo mismo diría de una sección de clarinetes en estado de gracia y especialmente vinculada al cuarteto vocal. No puedo esconder mi preferencia, dentro del orgánico de Music for 18 Musicians, por el dúo de clarinetes bajos, con su creación de ondas acústicas, su rugosidad cuasi electrónica y ese manejo tan sensual de los graves: aspectos que han bordado Uxía Sierra y Victoria Oropeza, tanto a nivel técnico como en su propia gestualidad, incidiendo en esa proyección del sonido en olas, así como en la construcción de un sustrato armónico para el conjunto del ensemble.
Por otro lado, Music for 18 Musicians es una de esas partituras que, si no se ha escuchado en vivo, dudo que se pueda afirmar que se conozca, a pesar de las excelentes versiones disponibles en sellos como ECM, Nonesuch, RCA o Harmonia Mundi. La particularidad del directo radica en la proyección espacializada de los instrumentos amplificados, y aquí hay que señalar la estupenda labor de ese mago del sonido que es el compositor mexicano Iván Ferrer-Orozco (habitual colaborador de Vertixe para cuestiones electroacústicas), que ha convertido el patio de butacas del Auditorio Gustavo Freire en una caja de resonancias de acordes cuyos pálpitos han destacado, aún más, las virtudes de esta interpretación, así como la inmersión en un espacio acústico vibrante. El realce conferido por Ferrer-Orozco a cada instrumento ha hecho que los vínculos interpretativos de esta lectura se acerquen a la versión discográfica de Steve Reich and Musicians del año 1978 (ECM), con su carácter tan orgánico y su acerado pulso, siempre vivo e imaginativo en cada nueva sección lanzada por Diego Ventoso desde el vibráfono (aunque, por duración, los 62 minutos de Music for 18 Musicians en Lugo están más cerca de la grabación del Ensemble Signal para Harmonia Mundi [2011], de 59:17 minutos en total).
Si bien los Pulses inicial y final, así como algunas secciones intermedias, fueron confiadas en escena únicamente al ensemble instrumental, centrando la atención del público en el momento germinal de exposición de los acordes y en su progresiva disolución en la decimocuarta parte de la obra, a lo largo de Music for 18 Musicians pudimos disfrutar de diversos episodios de danza, con coreografías de Carmen Candales, Silvia Eijo, Reyes González y Marina Rojas directamente embebidas tanto de los patrones y de las oleadas rítmicas de la partitura, con momentos de fusión entre danza y música realmente logrados, como de revisiones más imaginativas de la potente coreografía neoyorquina de los años sesenta y setenta, sumándose un vestuario minimal igualmente afín tanto a Nueva York como a la propia música.
Además de la danza, Music for 18 Musicians fue acompañada por videocreaciones filmadas ex profeso, que iban de un diálogo con el underground neoyorquino más abstracto a propuestas más libres que nos adentraron tanto en la naturaleza como en el cuerpo humano, siempre con unos niveles técnicos y poéticos a gran altura, al igual que el mostrado por el diseño de luces para destacar cada momento y parte del espectáculo.
Completó esta obra de arte total que ha sido el Universo Reich un merchandising que, creado por los alumnos de las escuelas de arte, diseño y serigrafía, hará que durante los próximos meses veamos por las calles de Lugo camisetas, bolsas y chapas conmemorativas del evento, a través de las cuales también se aborda algo tan importante en la gestión cultural como la financiación por medio de recursos propios. La alta asistencia de público (unas quinientas personas de las más variadas edades, con nutrida presencia juvenil) refrendó, por medio de una cerrada ovación, otra jornada musical para el recuerdo: algo nada menor en una Galicia que no sólo suma ya una cantidad de intérpretes especializados en este repertorio realmente importante, sino que, en abril, y de la mano de MIHLSons, en Lugo, y de RESIS, en A Coruña, dispone de hasta dos festivales de música contemporánea en paralelo. De ambos les daremos cuenta.
Paco Yáñez
(Fotos: Alfredo Yáñez – Escuela de Arte y Superior de Diseño Ramón Falcón)