Los grandes teatros ingleses piden medidas urgentes para sobrevivir

Tres de las mayores instituciones teatrales británicas ‒el National Theatre, la Royal Shakespeare Company y la Royal Opera House [en la foto]‒ se reunieron la semana pasada y elaboraron un documento conjunto para pedir al Gobierno una serie de medidas urgentes para el sector, sin las cuales ven muy difícil poder llegar hasta 2021. Estas medidas contemplan desde la inyección de dinero hasta ayudas a los trabajadores y desgravaciones fiscales. También consideran que el cierre prolongado hasta finales de año podría suponer un lastre insalvable, máxime para los teatros regionales.
Pero tampoco la reapertura “parcial”, de acuerdo a las actuales normas de distanciamiento social, representa una solución viable para aquellas instituciones cuyo equilibrio económico pasa necesariamente por la taquilla. Alex Beard, director ejecutivo del Covent Garden, teatro que en los últimos meses ha perdido un 60% de sus ingresos, lo ha expresado de manera contundente: “Nuestro nivel de subvención es inferior al 20%, en comparación con alrededor del 70% en los teatros de ópera europeos; nuestra taquilla necesita un 95% de ocupación para alcanzar el punto de equilibrio”.
En términos muy parecidos se ha expresado desde el otro lado del Atlántico Peter Gelb, general manager del Metropolitan, ante la posible aplicación de unas normas sanitarias que supondrían la reducción del aforo del teatro neoyorquino de 4.000 a 400 espectadores: “No puedo imaginar ningún escenario en el que tengan lugar representaciones en el Met mientras el distanciamiento social siga vigente”.
Ante el impacto producido por el coronavirus, las artes representativas británicas piden un reconocimiento no tanto por su condición de buque insignia de la cultura inglesa, sino sobre todo por su aportación a la economía del país: “No somos sólo un símbolo cultural, somos el mayor empleador de artistas del país después de la BBC”, afirma Beard.