Les Arts estrena una nueva producción de la ópera ‘Cendrillon’ de Pauline Viardot
El Palau de les Arts de Valencia estrena mañana, 9 de febrero, Cendrillon de Pauline Viardot, la primera nueva producción operística de 2023, que cuenta con la dirección escénica de Joan Font y con los artistas del Centre de Perfeccionament del Palau de les Arts como principales protagonistas. Font, director y fundador de Comediants, ha desarrollado una dramaturgia con diálogos más ágiles y populares, que incluye números musicales ajenos a la partitura, en un guiño al espectáculo de varietés, a los que se une el reconocido talento de Font para convertir la obra en un auténtico show. Para ello, Font crea un marco previo para poner en escena la obra y presenta a los personajes, entre los que incorpora también al pianista, como trabajadores de una empresa de mudanzas, que, al descubrir la partitura de Viardot, se proponen representarla.
La actual promoción del Centre de Perfeccionament protagoniza este título: Rosa Dávila (Cendrillon), Mariana Sofia (Armelinde), Iria Goti (Maguelone), Pilar Garrido (La Fée), Marcelo Solís (Le Baron de Pictordu), Maximiliano Spósito (Le Comte Barigoule) y el pianista Ignacio Aparisi. El tenor valenciano Álvaro Diana interpreta el papel de Le Prince Charmant. La producción cuenta con escenografía de Manuel Zuriaga, vestuario de José María Adame e iluminación de Nadia García. El Teatre Martín i Soler acogerá tres representaciones los días 9, 16 y 18 de febrero, junto con una función reservada exclusivamente al público del programa didáctico Les Arts és Educació.
Pauline Viardot, cosmopolita, polifacética, emprendedora y de cultura exquisita, fue compositora, cantante, pianista, profesora de canto y en su biografía se cruzan algunas de las figuras más relevantes de la época: Gioachino Rossini, Frédéric Chopin, George Sand, Ferenc Liszt, Richard Wagner, Clara Schumann, Johannes Brahms o Camille Saint-Saëns. Cendrillon es su última obra, estrenada en 1904, solo seis años antes de su muerte. La también autora del libreto se basa en La Cenicienta de Perrault, pero introduce algunas modificaciones en el cuento, entre ellas, la Cenicienta no tiene madrastra, pero sí un padre algo embustero, el Barón de Pictordu, que niega a su hija verdadera, y sus hermanas Maguelone y Armelinde son egoístas, pero no desagradables.
Musicalmente, la ópera de Viardot es un espejo de sus amistades y vivencias estéticas. No es difícil reconocer frases dedicadas a Massenet o Gounod; compases insuflados del espíritu de Wagner y, sobre todo, de su apreciado Chopin. Más allá, flota en el espíritu de Cendrillon la esencia del teatro lírico de evasión francés que, durante la segunda mitad del XIX, se ha hecho fuerte en París con Offenbach: la operette, el vodevil y la opéra-comique habían irradiado su contagioso influjo a los teatros líricos de evasión.
En Cendrillon, Viardot emplea el cuplet de la opereta y el vodevil galos, y en un momento histórico en el que en España surge el cuplé como canción-espectáculo. En este sentido, la inclusión en el espectáculo de músicas tomadas del ingente repertorio generado en España entre 1900 y la Guerra Civil —fundamentalmente, en Madrid, Barcelona y Valencia— responde a la que fuera una realidad: la creación de un nuevo repertorio dramático-musical a partir de la mezcla de modelos tradicionales del género chico y la zarzuela grande, con los ritmos venidos de Francia.