La temporada musical de Patrimonio Nacional, en el aire

A finales del pasado verano, Javier Estrella, uno de los promotores culturales españoles con mayor experiencia y prestigio, era nombrado asesor musical de Patrimonio Nacional. A finales del pasado mes de enero, Estrella presentaba su primera temporada musical en Patrimonio Nacional, con más conciertos y mayor calidad de la que nunca había programado este organismo. Además de los espectáculos que se iban celebrar en distintos enclaves históricos pertenecientes a Patrimonio (Palacio Real, Monasterio de las Descalzas Reales, Monasterio de San Lorenzo del Escorial, Palacio de La Almudaina, Monasterio de San Jerónimo de Yuste…), el proyecto incluía la recuperación de música relacionada con los archivos reales e, incluso, la grabación de la misma. A finales del pasado mes de febrero, el Gobierno de Pedro Sánchez destituía a Alfredo Pérez de Armiñán como presidente del Consejo de Patrimonio Nacional y nombraba sustituta a María Llanos Castellanos [en la foto], exdiputada socialista en la Asamblea de la Comunidad de Madrid y sin vinculación alguna con el mundo de la cultura. El pasado viernes, 29 de mayo, Llanos Castellanos daba orden de que se fulminase a Estrella como asesor musical de Patrimonio Nacional.
De los 72 conciertos programados para esta temporada de Patrimonio Nacional, se han llegado a celebrar… ¡tres! El primero, el 28 de enero, a cargo del Ensemble Praeteritum, en el Palacio Real, con motivo del 75º aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz. El segundo, a cargo del Cuarteto Casals, que ofreció en el Salón de Columnas del mencionado Palacio Real un programa dedicado a Beethoven con motivo del 250º aniversario de su nacimiento. El tercero, en el Monasterio de la Encarnación, a cargo de The Byron Consort, el 19 de febrero. Hubo otros dos conciertos en el Palacio Real (La Guirlande y La Bellemont), pero estos formaban parte de la programación del Festival de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid (FIAS). Luego llegó el coronavirus, el confinamiento, la hibernación de la economía y la actual tragedia que está viviendo la sociedad española, con especial incidencia en el mundo de la música, en el que la mayor parte de los profesionales son free lances y llevan ya casi tres meses sin recibir ningún tipo de emolumentos.
Todo está en el aire. Patrimonio Nacional no ha confirmado si su temporada musical va a seguir tal y como estaba programada, si queda cancelada o si es modificada. En teoría, los próximos conciertos tendrían que ser en Palma de Mallorca, los días 1 y 2 de julio, con Marco Mezquida y Lina Tur Bonet, respectivamente, dentro del XIV Festival Música en La Almudaina). Tampoco nadie ha dicho nada sobre si los 14 conciertos suspendidos durante la crisis del coronavirus se van a recuperar. Lo único que se sabe es que la primera decisión de Llanos Castellanos al frente de Patrimonio Nacional ha sido organizar una serie de conciertos de jazz al aire libre, en el Campo del Moro.
A Javier Estrella le comunicaron su destitución dos empleados de Patrimonio. Deja su cargo de asesor musical sin haber tenido siquiera la ocasión de conocer personalmente a Llanos Castellanos. Hoy más que nunca cobra vigor el eslogan acuñado en los años 60 por el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne: “Spain is different”.