‘La pasión griega’ de Bohuslav Martinu llega a Salzburgo

La pasión griega de Bohuslav Martinu (1890-1959) constituye sin duda la propuesta operística más original dentro de la presente programación del Festival de Salzburgo. No son muchas las oportunidades de ver en los escenarios líricos este interesante titulo, que reúne la suma de las experiencias del compositor checo en el género operístico (en España, sin ir más lejos, se ha representado una sola vez: en el Liceu, en 1972).
Martinu es también el responsable del libreto de la ópera, basado en la novela de Cristo de nuevo crucificado del escritor griego Nikos Kazantzakis. El argumento se desarrolla durante la Semana Santa y habla del conflicto entre los habitantes de un pueblo griego y un grupo de refugiados recién llegados a sus tierras. La única forma de integración para los extranjeros será la de encarnar los papeles para la representación tradicional de la Pasión. Sin embargo, la progresiva identificación con sus respectivos roles transformará su identidad, sobre todo la de Manolios, elegido para interpretar a Cristo. Este invitará a los refugiados a instalarse en una montaña cercana y los animará a luchar por sus derechos. La historia se repite: hostigado por Grigoris, el cura del pueblo, Cristo será crucificado de nuevo por atentar contra el orden social.
Martinu escribió la versión original de La pasión griega entre 1954 y 1957 para la Royal Opera House, pero el coliseo londinense finalmente la desestimó. Una segunda versión –realizada entre 1957 y 1959– sí llegó a estrenarse en el Opernhaus de Zúrich en 1961 bajo la batuta de Paul Sacher, dos años después de la muerte del compositor.
La pasión griega se representa en Salzburgo este domingo 13 de agosto en una nueva producción firmada por Simon Stone [en la foto], que tan buen sabor de boca dejó en el Festival salzburgués con sus anteriores montajes de Lear de Aribert Reimann y Médée de Luigi Cherubini. La dirección musical corre a cargo de Maxime Pascal, nada menos que frente a la Filarmónica de Viena. El reparto vocal está encabezado por Gábor Bretz y Sebastian Kohlhepp en los papeles antagónicos del cura Grigoris y de Manolios, respectivamente. En Salzburgo, habrá cuatro funciones hasta el 27 de agosto.
(foto: Monika Rittershaus)