La Ópera de Viena elimina los ‘bravos’ y los autógrafos
Llaman la atención, por minuciosas, las recomendaciones sanitarias –antes, durante y después del espectáculo– que la Ópera Estatal de Viena dirige al público desde su página web. La más curiosa es sin duda la que pide no gritar bravo al término de una actuación para evitar la propagación de aerosoles. En su lugar, la institución vienesa recomienda exclusivamente “aplaudir lo más fuerte posible”. Si bien durante el concierto no hay obligación de llevar mascarilla, habrá que ponerse la protección antes del aplauso final, “ya que muchos espectadores quieren salir de la sala nada más terminar la función”.
Debido a la actual situación, la Ópera de Viena suspende asimismo dos prácticas habituales: las visitas a los camerinos de los artistas y las aglomeraciones a la salida del teatro para pedir autógrafos. Otras normas se refieren al empleo obligatorio de la mascarilla en todos los desplazamientos dentro del teatro pero también durante el descanso aunque uno permanezca sentado en su localidad, puesto que “es probable que otros asistentes pasen por su lugar y se produzcan contactos más cercanos”.